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Pese a oposición de ministros del FA, Tribunal de Cuentas avaló compra de buques OPV al astillero Cardama
El Tribunal de Cuentas aprobó este miércoles la compra de dos buques de patrulla oceánica (OPV) para la Armada Nacional por US$ 92 millones al astillero gallego Cardama, según confirmó El Observador con fuentes del organismo.
La aprobación se produjo por mayoría, ya que hubo dos informes jurídicos diferentes.
Mientras que los cuatro ministros designados por el oficialismo se basaron en un documento elaborado por la directora del área jurídica del Tribunal de Cuentas para autorizar la operación, los tres representantes de la oposición se valieron de los argumentos de los servicios jurídicos del organismo para plantear que la compra debía ser observada.
Los representantes del Frente Amplio cuestionaron que la compra sea catalogada como secreta, señalaron que hay una "indefinición" del objeto de la compra y consideraron que no se respetó el artículo 149 del Tocaf.
Polémica y quejas
La adjudicación a Cardama llegó tras un proceso fallido que comenzó en 2021 y fue declarado desierto en enero de 2023, luego que el gobierno considerara que las ofertas recibidas excedían sensiblemente los montos autorizados por el equipo económico.
Si bien será una compra directa por excepción, la elección del astillero ha sido motivo de cuestionamientos y controversias ya que tres empresas (CSTC, Damen y Gondán) presentaron quejas ante la Comisión de Defensa del Senado. A su vez, provocó que el contralmirante Gustavo Musso pidiera pasar a retiro por discrepancias con todo el proceso.
Según anunció el ministro de Defensa, Javier García, la intención es recibir el primero de los buques a principios de 2025 mientras que el segundo llegará a finales de ese año.
La compra será pagada en un 55% por esta administración mientras que la próxima abonará el 45% restante.
Para definir, la comisión ponderó razones técnicas, pero también el plazo de entrega y el costo. La oferta de Cardama era la que costaba menos y la que ofreció la entrega más rápida de los dos buques.
Desde la empresa transmitieron a El Observador que los buques tendrán un desplazamiento de 1.700 toneladas, una eslora de 87 metros más de 12 metros de manga y un calado de 3 metros y medio. Navegarán a un máximo de 23 nudos y contarán con plataforma para helicóptero. En la proa tendrán el cañón de 30 milímetros, que será el armamento principal, aunque la plataforma estará preparada para colocarle un cañón de 76 milímetros. A su vez, contarán con dos ametralladoras en las bandas de 12.7 milímetros. El motor será Caterpillar, mientras que los sistemas electrónicos serán facilitados por las empresas Terma y Escribano.
La Armada las considera que son “flexibles y multipropósito” y que permitirán mejorar el combate al narcotráfico y la defensa de las aguas jurisdiccionales, con capacidades que la marina no tenía .
