Variante con "más pegue" fideliza consumidores y por primera vez más de la mitad accede al porro por vía legal

Junio, 2012. El gobierno de José Mujica, afectado por el homicidio “viral”, anuncia un paquete de 15 medidas para mejorar la seguridad pública. El documento de 20 páginas, titulado Estrategia por la Vida y la Convivencia, dice en su octava acción: “Legalización regulada y controlada de la marihuana. Requiere proyecto de ley”.

Diciembre, 2013. Tras meses de discusión, Uruguay se convierte en el primer país en el mundo en legalizar el mercado de la marihuana. El llamado “experimento uruguayo” busca la reducción del narcotráfico, el acceso a un producto de mayor calidad, y evitar que los consumidores concurran a las bocas de venta.

Diez años después, y con todas las vías de acceso funcionando, los “pros y contras” de aquella regulación que nació de una crisis de seguridad siguen siendo motivo de discusión. Pero, por primera vez, el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (Ircca) está en condiciones de decir que más de la mitad de los consumidores de marihuana en Uruguay acceden al producto por el mercado regulado.

Según las últimas encuestas del Observatorio Uruguayo de Drogas, unos 250.000 adultos en Uruguay dicen haber consumido marihuana en el último año. La cantidad de registrados para la adquisición del producto por alguna de las tres vías de acceso legal (farmacias, autocultivo y clubes cannábicos) alcanza al 34% de ese total de adultos consumidores. Entonces, ¿cómo es posible que el mercado regulado alcance a más de la mitad de los fumadores esta droga?

Algunas de las personas registradas no compran el producto. Otras, en cambio, la comparten con algún amigo o familiar que no está inscripto en el registro de adquirentes. De hecho, un estudio que el instituto regulador realizó hace dos años demostró que los compradores de farmacias suelen compartir su compra con, en promedio, otra persona más. Y los autocultivadores —así como los miembros de clubes cannábicos— lo hacen con 1,3 personas.

Si se tiene en cuenta que no todos los adquirentes de farmacias compran, pero quienes sí lo hacen lo comparten con otro amigo, y se suman a los que acceden por otras vías y sus allegados que reciben el producto de los inscriptos, “puede sostenerse que en el último año el mercado real alcanza al 51%. Por tanto, esta cantidad de usuarios de cannabis no se vinculan más con el mercado ilegal para obtener el cannabis que consumen, o por lo menos han reducido la frecuencia de estos vínculos”. Así lo deja en claro el instituto regulador en su última evaluación de la marcha del mercado regulado.

Con más “pegue”

Julio, 2023. En un semestre el registro oficial para acceder a la marihuana legal creció 15 puntos porcentuales. O, lo que es lo mismo, se sumaron más de 11.300 nuevas personas. Es la mayor suba desde el “boom” inicial del sistema. Y, en buena medida, se explica porque los adquirentes en farmacias aumentaron 19 puntos porcentuales.

¿A qué se debe que, de pronto, haya “explotado” el registro de interesados en comprar en farmacias? Y, ¿por qué entre quienes ya estaban registrados hubo un incremento en las adquisiciones? La razón lleva el nombre de la tercera letra del alfabeto griego: Gamma.

Así se conoce a la variante de marihuana que salió al mercado en diciembre y que tiene “más pegue” (más efecto psicoactivo). A diferencia de las variantes más antiguas, que tenían menos de 9% de THC (tetrahidrocannabinol, el principal constituyente psicoactivo de la planta de cannabis), el producto Gamma puede contener hasta 15%. No solo eso: contiene menos porcentaje de CBD (cannabidiol, componente que compite con el efecto del THC).

En las farmacias de Montevideo, por ejemplo, esta variante con “más pegue” se acaba en el día. Es por eso que, además de incrementar la producción actual, el Estado anunció que en el primer semestre del año entrante sacará una nueva variante similar a Gamma.

Esta necesidad había quedado de manifiesta en una encuesta a los consumidores: seis de cada diez consideraban que el “pegue” de las viejas variantes era “malo” o “muy malo”.

La lógica de las autoridades de gobierno detrás de la iniciativa de las nuevas variantes es que el Estado ofrezca opciones que “fidelicen” al adquirente, que no lo hagan acudir al narcotráfico, y que “el mercado no caiga”, había reconocido el secretario nacional de Drogas, Daniel Radío.

La curva de ascenso de los gramos adquiridos en farmacias parece confirmar el camino de esa iniciativa:

Pese a este incremento del registro y de las ventas, el Ircca advierte en su último informe que la oferta sigue sin equiparar a la demanda. No solo en cantidad de gramos, sino en el número de farmacias.

En el primer semestre del año se realizaron ventas de cannabis en 39 farmacias. En mayo se dio de baja una, por lo cual quedaron 38 locales habilitados. “La distribución de farmacias en el territorio se constituye en un aspecto relevante que pauta la accesibilidad al cannabis para los adquirentes registrados. Puede constatarse que en los departamentos que tienen puntos de venta la cantidad de personas registradas para comprar en farmacias es significativamente mayor que en aquellos que no tienen farmacias habilitadas para venta de cannabis”.

Esta inequidad en el acceso es uno de los desafíos que el sistema tiene por delante, el que se suma a la todavía no solucionada barrera financiera. Las 38 farmacias siguen operando en efectivo, aspecto que, según los especialistas, solo se modificará cuando Estados Unidos cambie la regulación y permita a sus bancos internacionales trabajar con el dinero que sale del mercado regulado de drogas.