Es visible que cada vez más aumenta el número de residencias para personas mayores y no tan mayores, que viven con problemas de salud físicos y/o mentales. Esta evidencia que por un lado apena, tiene la contracara de alertarnos. Reflexionar sobre la forma en que vivimos hoy y cómo deseamos vivir en el futuro implica informarnos. El conocer da la oportunidad de elegir. La libertad del saber es una oportunidad para diseñar según lo que valoramos.
¿Sos de esas personas que aspiran a vivir con bienestar y salud? Si es así, es un buen momento para revisar hábitos y adentrarse aún más en el mundo de nuestro cuerpo-mente. Me llama la atención cuánto sabemos de diversos temas o aún somos expertos en determinadas áreas y no conocemos pormenores del funcionamiento de nuestro cuerpo-mente. Este maravilloso binomio es un sistema bidireccional que determina la propia calidad de vida.
Hemos hablado de la función básica del sistema inmune en 10 tips para fortalecer el sistema inmune. Este sistema está en conexión con el resto de los órganos y con cada mínima expresión de vida que compone nuestro organismo. Somos seres microbianos en un 99%, por lo que podemos afirmar que en esta interconexión cuerpo-mente los microorganismos juegan un papel preponderante.
Tenemos un ADN que nos es propio y que trae consigo información para nuestro funcionamiento. Las predisposiciones genéticas son solo eso, una posibilidad de desarrollar tal o cual condición. Por lo tanto, es rotundamente cierto que los genes no determinan. Es importante que tengamos esto presente. En ocasiones nos explicamos y justificamos diversas condiciones debido a nuestra carga genética. Si bien existe información cargada en nuestro ADN, es la forma de vivir la vida la que determinará lo que se activa y lo que no.
Siendo adultos y en condiciones de salud, tenemos la posibilidad de elegir justamente cómo queremos vivir la vida. Y esa elección determinará si enfermamos o seguimos saludables. Si somos felices o lo contrario, si logramos bienestar o padecemos. A la vez, el estilo de vida actual afectará la calidad de vida también en el futuro.
Comenzamos mencionando las estadísticas de la OMS respecto al porcentaje de enfermedades no contagiosas, responsables de los fallecimientos actuales. Este porcentaje asciende al 70% de las muertes. Por lo que, exceptuando los traumatismos, el 50% fallece por enfermedades con base inflamatoria.
Tengamos en cuenta que la inflamación es, inicialmente, una respuesta saludable de nuestro organismo. El problema radica cuando se hace crónica o es desajustada. Cuando la inflamación permanece debido a problemas o disfunciones, físicas o mentales, es cuando comienza la pandemia silenciosa.
Esta situación inicialmente imperceptible sigue su camino insidioso hasta que se va perdiendo calidad de vida. Paulatinamente se torna cotidiano y hasta tiende a parecer “normal” lo que ya es disfuncional. Por lo general se consulta cuando el malestar ya es bastante molesto. En el mejor de los casos se logra un diagnóstico preciso de la enfermedad.
¿Cuáles son los factores que predisponen a la inflamación? Decíamos que la calidad de vida. Por lo que todos y cada uno de los seres humanos en un estado de salud o relativa salud puede incidir en su bienestar y salud.
Hemos mencionado a los microorganismos y estos están repartidos por todo nuestro cuerpo, siendo que un gran número de ellos se encuentra en el intestino. Se alimentan de lo que comemos y estarán saludables o no dependiendo de la calidad de los alimentos que ingerimos. De más está decir que los alimentos ultraprocesados son veneno, así como lo es la azúcar agregada y los aditivos.
No solo la alimentación afectará ese 99% microbiano, también la calidad y cantidad de sueño, que como hemos mencionado en El sueño: un hábito que cuidar para tener bienestar, salud y también juventud. Es requerido para la reorganización de nuestro cuerpo-mente.
El ejercicio diario es condición de salud, así como estar al aire libre y en contacto con la naturaleza. Digamos que para combatir la pandemia silenciosa podemos enfocarnos en mantener una alimentación balanceada y saludable. Dormir y cuidar nuestro descanso diario, ejercitarnos todos los días y estar en contacto con la naturaleza. Piano piano si va lontano, afirma la paremia.
Debido a esta alerta la OMS invita a poner el foco en la prevención. Con la información y prevención podremos lograr vivir con salud y bienestar.
Te invito a acompañarme en este viaje para comprender mejor el sistema inmune explorando en profundidad su funcionamiento, sus componentes clave y cómo podemos fortalecerlo para mantenernos saludables.
