La reciente mención de Javier Milei sobre la posible derogación de la Ley de Alquileres desató un escenario de incertidumbre en el mercado inmobiliario argentino, generando una abrupta caída en la formalización de contratos de alquiler.
Los propietarios, adoptando una postura cautelosa, optan por posponer la concreción de acuerdos, incluso cuando los inquilinos ya han realizado la seña para reservar la propiedad.
Esta reticencia por parte de los dueños de inmuebles se fundamenta en la preocupación de comprometerse a contratos a largo plazo, especialmente si existe la posibilidad de que la normativa cambie nuevamente con un nuevo gobierno, volviendo a contratos de dos años bajo el Código Civil y Comercial.
Incertidumbre de inquilinos
Actualmente, es común encontrarse con situaciones en las que, después de que el inquilino ha realizado la reserva, el propietario reconsidera la firma del contrato. Este fenómeno plantea preguntas sobre cómo se resuelven estos casos y qué derechos amparan a los inquilinos frente a la repentina decisión del dueño de dar marcha atrás en el proceso de alquiler.
En caso de que el propietario se arrepienta después de aceptar por escrito la reserva realizada por el inquilino, se establece la obligación de devolver el doble del monto de la seña.
Oscar Puebla, reconocido arquitecto y especialista en Bienes Raíces, explicó a Infobae que "si la seña se paga en estos momentos, cuando aún rige la Ley de Alquileres sancionada en 2020, el contrato resultante estará sujeto a las disposiciones de dicha normativa. Las condiciones para un nuevo contrato incluyen un mes de adelanto, un mes de depósito, la presentación de una garantía suficiente que satisfaga al propietario y la especificación del sistema de actualización, que actualmente está previsto".
En situaciones donde el propietario revoca la aceptación de la seña, pueden surgir penalizaciones. "No obstante, la imposición de estas penalidades a través de un proceso judicial es poco común, principalmente debido al monto relativamente bajo de la seña. En la mayoría de los casos, la resolución del problema implica la devolución del doble del monto al inquilino, quien se ve obligado a continuar la búsqueda de otra propiedad", señaló Puebla.
En un escenario de escasez acentuada por una disminución sin precedentes en la oferta, registrando una caída interanual del 75% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la pérdida de la oportunidad de alquilar una vivienda después de haber realizado la seña se convierte en una situación frustrante para el inquilino.