"Solo el 1,6% de los activos en la cartera de nuestros fondos, 6.300 millones, se invierte en acciones de compañías españolas", recuerda San Basilio. "La situación de los mercados no es la ideal".
El presidente de la CNMV, Carlos San Basilio
Los supervisores de los mercados pelean por devolverle a la Bolsa en Europa el brillo que ha perdido en los últimos años, en un momento en el que las necesidades de financiación son enormes.
En España, la sequía de salidas a Bolsa, la caída del número de empresas cotizadas y un mercado cada vez menos líquido preocupan especialmente al supervisor nacional, que se ha fijado como prioridad reanimar la Bolsa española y devolverle el atractivo.
Entre los problemas que a simple vista presenta el mercado español destaca la falta de interés de los grandes inversores institucionales. Y en este contexto, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha instado a las gestoras de fondos españolas a elevar el peso de las cotizadas nacionales en sus carteras, como vía para acelerar la canalización de recursos de los ahorradores minoristas a las empresas.
"Solo el 1,6% de los activos en la cartera de nuestros fondos se invierte en acciones de compañías españolas, lo que supone en cifras absolutas 6.300 millones de euros del patrimonio total [más de 400.000 millones de euros]. Una magnitud residual frente a una capitación bursátil del mercado regulado de 768.000 millones de euros", repasó Carlos San Basilio, presidente de la CNMV durante la celebración ayer de la XXXVI edición de los Premios Fondos de Inversión, organizados por EXPANSIÓN y Allfunds, ante una representación muy destacada del sector de la gestión de activos en España.
"Los inversores particulares españoles somos propietarios (a través de fondos de inversión) de menos del 1% de nuestras empresas", unas cifras que, a juicio del supervisor deberían mejorar "si queremos que los mercados contribuyan en mayor medida al crecimiento de las empresas españolas".
"Las empresas españolas necesitan acometer nuevas inversiones en esta década que les permitan subir al tren de la transformación económica. Me refiero a inversiones destinadas a la transformación de los modelos productivos, la digitalización y la defensa entre otros. Para hacer frente a su financiación se requieren nuevos recursos propios y deberían ser los mercados públicos de capitales la herramienta adecuada para proveerlo", añadió San Basilio.
"La situación de los mercados de valores no es la ideal y necesitamos hacerlos, no sólo más atractivos, sino retornar a un equilibrio saludable entre mercados públicos de capitales y mercados privados que en los últimos años se ha fracturado", reclamó ayer el máximo responsable del supervisor a los inversores institucionales españoles, que ha hecho de éste su principal mensaje y empeño desde que asumió el cargo a principios de año.
Lo cierto es que no es solo un tema que atañe a las cotizadas españolas. Las carteras de fondos españoles tienen un sesgo muy claro hacia inversiones conservadoras, como activos monetarios y renta fija, mientras que la inversión en renta variable es muy inferior.
Prácticamente el 52% del patrimonio de los fondos (más de 210.000) corresponde a inversiones en valores de renta fija. Si a esto se le añaden, además, los fondos garantizados y los productos con objetivo concreto de rentabilidad, el porcentaje asciende al 60%.
En este sentido, el presidente de la CNMV pidió ayer a los gestores de fondos españoles una mayor diversificación de las carteras y una mayor asunción de riesgos por parte de los inversores profesionales para tratar de mejorar esta situación.
"Creo que una adecuada diversificación entre productos con distintos perfiles de riesgo y rentabilidad es la mejor opción para rentabilizar el patrimonio financiero a largo plazo", dijo San Basilio, consciente de las preferencias de inversión de los minoristas en España.
"El perfil conservador del inversor español es muy evidente. Solo el 15% de la cartera de los fondos españoles está invertida directamente en renta variable nacional o extranjera".
FUENTE: RIPE - EXPANSIÓN