Es la segunda caída consecutiva del IPC, lo que podría estar indicando un enfriamiento en los precios después de un período de fuerte inflación.
Baja la inflación en abril.
El IPC de abril se moderó una décima hasta el 2,2%, su nivel más bajo desde octubre de 2024.
La caída en los precios de la electricidad, los carburantes y el gas fueron factores clave en esta desaceleración.
La inflación subyacente aumentó cuatro décimas, alcanzando el 2,4%.
Este repunte en la inflación subyacente pone fin a tres meses consecutivos de caídas.
El INE publicará los datos definitivos el 14 de mayo.
¿Qué factores impulsaron la moderación del IPC en abril?
La principal causa de la desaceleración del IPC en abril fue la caída en los precios de la electricidad, que fue más pronunciada que en el mismo mes del año anterior. Además, los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y el gas también registraron descensos. Estos factores fueron clave para reducir la tasa interanual del IPC a un 2,2%.
¿Qué significa la inflación subyacente y por qué subió?
La inflación subyacente refleja los precios de los productos que no están directamente relacionados con los alimentos no elaborados ni los productos energéticos. En abril, la inflación subyacente aumentó cuatro décimas, alcanzando el 2,4%, lo que marca un fin a tres meses consecutivos de caídas. Este aumento sugiere que, a pesar de la moderación general del IPC, los precios en otras áreas más estables siguen presionando al alza.
¿Por qué el IPC de abril es relevante?
El IPC de abril es significativo porque marca una disminución continua de la tasa interanual, lo que indica una tendencia a la baja en los precios comparado con meses previos. La moderación de la inflación en abril es la segunda caída consecutiva, lo que podría estar indicando un enfriamiento en los precios después de un período de fuerte inflación.
El comportamiento de los precios en mayo y los próximos meses será crucial para determinar si la moderación del IPC continúa en el largo plazo.
Las políticas del Banco Central y otras medidas de intervención económica podrían ser ajustadas en función de estos datos, lo que afectará directamente a los consumidores y la economía en general.