Telefónica dio un giro relevante a su expediente de regulación de empleo (ERE) al reducir en un 25% el número mínimo de salidas previstas, hasta 4.554 trabajadores, frente a las 6.088 planteadas al inicio de las negociaciones. El recorte acerca a la empresa a un acuerdo con los sindicatos, que valoran los avances en voluntariedad y condiciones económicas.
El ajuste afecta a siete filiales del grupo en España y supone, como mínimo, una reducción del 26% de la plantilla conjunta, integrada por 17.248 empleados. En un primer planteo, la afectación alcanzaba el 35%.
El grueso del ERE se concentra en las sociedades adscritas al Convenio de Empresas Vinculadas (CEV): Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones. En estas tres filiales, la compañía fija un umbral mínimo de 3.765 salidas —2.925 en Telefónica de España, 720 en Móviles y 120 en Soluciones— con un máximo de 5.040, en función del número de adhesiones voluntarias que se registren. La empresa se compromete a no superar ese tope, incluso si la demanda voluntaria es mayor.
En paralelo, Telefónica ha reducido un 20% el ajuste en otras filiales —Telefónica Global Solutions, Telefónica Innovación Digital y Telefónica SA— hasta un total de 599 salidas. A ellas se suman 190 bajas en Movistar+, cifra aún pendiente de una última reunión de negociación, aunque no se esperan cambios sustanciales.
Las condiciones económicas incluyen rentas que varían según el año de nacimiento, con porcentajes que oscilan entre el 68% y el 52% del salario regulador hasta los 63 años, y entre el 38% y el 34% a partir de esa edad. Para algunas filiales se incorporan primas de voluntariedad de entre 5.000 y 18.000 euros, en función de la antigüedad.
Los sindicatos destacan que la rebaja del ajuste y el refuerzo de los incentivos acercan el proceso a un ERE mayoritariamente voluntario, una de sus principales reivindicaciones. De cerrarse el acuerdo antes de fin de año, Telefónica evitaría que el impacto del despido colectivo se traslade a las cuentas del próximo ejercicio.
El nuevo ERE se inscribe en el plan estratégico presentado por la compañía, que prevé ahorros de costos de hasta 3.000 millones de euros hacia 2030, incluyendo partidas vinculadas a personal. El antecedente inmediato es el ERE de 2024, que se cerró con 3.420 salidas y un costo cercano a los 1.300 millones de euros.
FUENTE: El Observador
