Antes de definir sobre la posibilidad de concederle el beneficio de la prisión domiciliaria a Héctor Amodio Pérez, la fiscal Stella Llorente quiere que el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) informe si tiene una dependencia con las características que el forense Guillermo López aconsejó en caso de que el extupamaro permanezca en un centro penitenciario.
Amodio Pérez fue procesado con prisión el pasado lunes 14. A pedido de la fiscal Llorente, la jueza Julia Staricco le imputó reiterados delitos de privación de libertad, al concluir que en 1972 colaboró con los militares en operativos en los que identificó a otros miembros del MLN y eso posibilitó que fueran detenidos y luego torturados.
El hierro caliente de dónde alojar al extupamaro pasa de mano en mano y mientras tanto Amodio está desde hace 11 días en un limbo, recluido en el cuarto piso del Centro de Derivación y Diagnóstico (ex cárcel Central).
En el fallo, la jueza estableció que el forense debía analizar la situación médica de Amodio Pérez "a fin de evaluar su estado de salud y eventualmente disponer su prisión domiciliaria".
El forense no planteó una posición concluyente sobre si corresponde que se le otorgue el beneficio de la prisión domiciliaria a Amodio Pérez. La jueza Staricco pasó en vista el dictamen del forense a la fiscal Llorente, y la representante del Ministerio Público pidió que el INR informe si tiene algún establecimiento con los requisitos que López planteó que requeriría el exguerrillero: posibilidad de ser sometido a controles periódicos y capacidad para tener a disposición un servicio de emergencia médica.
Llorente dijo a El Observador que en función de los resultados de los estudios, el estado de salud de Amodio Pérez "es bastante claro" y por esa razón estimó que, en principio, no se requerirán análisis complementarios.
El extupamaro tiene hipertensión y también muestra síntomas de prediabetes, patologías que según el médico forense son normales para una persona que está al borde de los 80 años.
Amodio Pérez volvió a Uruguay a comienzos de agosto para presentar un libro, luego de haberse trasladado a España en 1972 junto a su pareja de ese momento, la también guerrillara Alicia Rey. Ambos lograron que los militares le otorgaran identidades falsas. En el caso de él fue Walter Salvador Correa Barboza, nombre con el que se radicó en España e ingresó a Montevideo.
La jueza Staricco concluyó que existe "semi plena prueba" que permite concluir que Amodio Pérez "participó en diversas detenciones de civiles, que eran llevados al Batallón Florida, siendo sometidos a interrogatorios con la finalidad de obtener información, lo que implicaba apremios físicos, como submarino seco o el tacho, la picana, plantones".
"Y a esta conclusión no se llegó solo con la declaración de aquellos compañeros del MLN que tuvieran cierto ánimo de venganza, como argumenta la defensa, sino también por los militares que declararon en autos,así como otros que no eran integrantes del MLN", añade la resolución de la jueza.
Los abogados Andrés Ojeda y Fernando Posada, defensores de Amodio Pérez, apelaron esta el procesamiento y alegan que no hay prueba y que, de haber delito, prescribió hace 20 años.Inicio de sesión
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