Desde que se conocieron los casos de narcos con prisión domiciliaria que se fugaron, los jueces penales llevan dictados 22 reintegros a las cárceles. Cuatro de esos casos son revocación de prisión domiciliaria de personas que cumplían prisión, fueron liberadas y regresaron a la cárcel. Los 18 restantes corresponden a casos en los que se sustituyó la prisión domiciliaria por prisión efectiva, según datos a los que accedió El Observador.
Hasta el 5 de octubre se había reintegrado a la cárcel a 15 presos, entre ellos el peligroso delincuente Fernando Frabasil, imputado en 2019 por última vez con dos delitos de rapiña, homicidio muy especialmente agravado y asociación para delinquir, como informó El Observador. Frabasil es un poderoso delincuente que tiene vinculación con la banda criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC), se hacía pasar por agente de la DEA (la agencia antidrogas de Estados Unidos) y tiene 11 antecedentes penales.
Desde el 4 de octubre y hasta este jueves 12 se sumaron otros siete casos. Entre ellos hay uno imputado por delitos vinculados a narcotráfico que tenía tobillera. Se trata de Jorge Pereira, condenado por un delito continuado de negociación de sustancias estupefacientes en grado de consumado en reiteración real con un delito de tráfico interno de municiones en la modalidad de adquisición.
Los restantes casos eran tres imputados que cumplían prisión domiciliaria por delitos de abuso sexual especialmente agravado, desacato por incumplimiento de medida cautelar, y rapiña especialmente agravada en grado de tentativa, y tres condenados por homicidio, delitos de rapiña especialmente agravada en grado de tentativa y hurto especialmente agravado en grado de tentativa.
Los jueces vienen tomando estas medidas desde que la Suprema Corte de Justicia les ordenó revisar las causas en que habían otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria, luego de que trascendió de la fuga de los narcos Juan Antonio González Bica y Miguel Ángel Leal Da Costa. Al primero la jueza María Helena Mainard lo había enviado a prisión domiciliaria con informes médicos adulterados con una tobillera que rompió para escaparse y al segundo la jueza Adriana Chamsarian no dispuso que se le colocara tobillera electrónica, sino que era controlado por planilla.
Pese a que desde el Ministerio del Interior le advirtieron tres veces a la jueza que no estaba en su domicilio, nada cambió hasta que se terminó fugando. Ahora ambos narcos son buscados por Interpol.
La Suprema Corte dispuso iniciarle un sumario con traslado a una sede penal común a Chamsarian y en la sede de Mainard se ordenó una investigación administrativa.
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