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Justicia reintegró a la cárcel a poderoso narco uruguayo que tenía prisión domiciliaria
Luego de que la Justicia quedó en la mira por otorgar la prisión domiciliaria a dos narcos que se fugaron, y que la Suprema Corte de Justicia ordenó a todos los jueces penales que revisaran los casos en que habían otorgado ese beneficio, 15 imputados o condenados regresaron a la cárcel por disposición judicial.
Según pudo saber El Observador, uno de los presos que gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria y la Justicia dispuso su retorno a prisión fue Fernando Frabasil, imputado en 2019 por dos delitos de rapiña, homicidio muy especialmente agravado y asociación para delinquir.
Frabasil es un poderoso delincuente que tiene vinculación con la banda criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC), se hacía pasar por agente de la DEA (la agencia antidrogas de Estados Unidos) y tiene 11 antecedentes penales.
El 22 de setiembre, luego del escándalo que se desató por la fuga de dos narcos, la jueza de Ejecución Penal de Canelones Carol Caraolo dispuso el reintegro del imputado al Instituto Nacional de Rehabilitación.
En diciembre de 2020, un año después de ser imputado, se le había otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria. En ese momento estaba recluido en la Unidad N°1 de Punta de Rieles y antes había estado en el Penal de Libertad, según pudo saber El Observador.
Cuando fue detenido en diciembre de 2019, Frabasil venía siendo vigilado y la Fiscalía escuchaba sus conversaciones, así como las del segundo al mando de la banda satélite, Mario Bentancor. La fiscal Mónica Ferrero había logrado la autorización para esas escuchas telefónicas luego de que llegara una advertencia de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) a las autoridades uruguayas sobre la infiltración del PCC en Uruguay.
En ese momento el delincuente contó que cumplía prisión domiciliaria debido a que tenía afectada la movilidad de los brazos, y que tomaba metotrexato, un fármaco que se suministra tanto para tratar cáncer como enfermedades autoinmunes.
El prontuario de Frabasil
El historial delictivo de Frabasil es muy amplio y empezó en 1987. Según información proporcionada a El Observador, ese año fue procesado con prisión por un delito de desacato en un juzgado de Cerro Largo, de donde es oriundo. Un año después fue imputado sin prisión por contrabando en Treinta y Tres, y en 1992 fue procesado con prisión en Canelones por incurrir en uso de certificado falso y encubrimiento.
En la década de 1990 recibió varios imputaciones más: en 1994 fue procesado sin prisión por soborno con privación de libertad, un año después fue procesado con prisión por encubrimiento y sólo dos meses después otra vez por usurpación de funciones (fue a prisión por hacerse pasar por funcionario público). En 1998 volvió a ser procesado con prisión por un delito de rapiña, y un homicidio mientras realizaba, junto a otros delincuentes, un asalto en el que mataron a un guardia de seguridad y un mes después figura una coautoría de dos delitos de rapiña en Montevideo.
Luego volvió a delinquir en 2009 y fue procesado con prisión por tenencia de drogas. El siguiente reporte es por el mismo delito pero cometido en 2016, y los siguientes dos son de 2019. Ese año además de haber sido imputado por rapiña y homicidio por una sede de Maldonado, fue imputado por la justicia de Crimen Organizado por un delito de asociación para delinquir especialmente agravado por su carácter de promotor. En la ficha policial consta que le dieron una pena de 2 años y 6 meses por lo que se presume que fue condenado.
El efecto Chamsarian
El escándalo comenzó con la noticia de la fuga del narco Juan Antonio González Bica –a quién la jueza María Helena Mainard había enviado a prisión domiciliaria con informes médicos adulterados– luego de cortar la tobillera. Días después se supo que se fugó otro narco Miguel Ángel Leal Da Costa. También gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria pero en este caso la otra jueza de Crimen Organizado Adriana Chamsarian no dispuso que se colocara tobillera electrónica, sino que era controlado por planilla.
Y pese a que desde el Ministerio del Interior le advirtieron tres veces a la jueza que no estaba en su domicilio, nada cambió hasta que se terminó fugando. Ahora ambos narcos son buscados por Interpol.
Por los errores u omisiones que cometió la jueza Chamsarian, la Suprema Corte dispuso iniciarle un sumario con traslado a una sede penal común, y le pidió a todos los jueces que revisen las prisiones domiciliarias otorgadas para que se aseguren de que se ajustan a la situaciones contempladas por la ley.
Como consecuencia, varios jueces han revisado las medidas y en 15 casos se ha revirtió la decisión. Según información proporcionada a El Observador por el Ministerio del Interior, tres de esos casos eran delincuentes que habían estado en la cárcel y luego fueron enviados a cumplir la pena en sus domicilios.
Uno de ellos es Frabasil. Los otros dos son una mujer condenada por un delito de estupefacientes en la modalidad de suministro y un hombre condenado por un delito de suministro de estupefacientes y un delito de tráfico interno de armas y municiones.
Los restantes doce casos corresponden a personas imputadas, salvo uno que tiene condena, y obedecen a delitos variados que van desde cuestiones vinculadas a a drogas, asociación para delinquir, abuso sexual agravado, violencia doméstica agravada, rapiña, receptación y desacato. A estas personas se les había impuesto medidas sustitutivas a la prisión domiciliaria cuando fueron imputadas pero ahora por decisión de los jueces fueron enviadas a prisión efectiva.
Fuentes del Ministerio del Interior contaron que numerosos jueces se han comunicado con el INR para saber si hay lugar para disponer el reintegro de imputados, por lo que las autoridades carcelarias esperan que en los próximos días sigan recibiendo a más privados de libertad.
