En una entrevista en El Observador 107.9, el analista geopolítico Mookie Tenembaum se refirió a la creciente disputa entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el multimillonario Elon Musk, destacando los factores económicos, políticos y personales que podrían estar detrás de este enfrentamiento. A lo largo de la conversación con Horacio Cabak, Tenembaum profundizó en la naturaleza de esta pelea, que describió como "la pelea del siglo", comparándola con una lucha entre dos de los más grandes pesos pesados del escenario global.
"Estamos frente a dos grandes, dos grandes pesos pesados", comenzó Tenembaum. "Trump es el hombre más poderoso del mundo y Elon Musk es el más rico". El analista destacó la figura de Musk, al que describió como un "tipo brillante e impresionante", un hombre que ha logrado una carrera sobresaliente desde su llegada a Estados Unidos, pasando de ser un emprendedor en PayPal a crear una de las compañías de autos eléctricos más importantes del mundo, Tesla, y liderar el desarrollo de cohetes con SpaceX.
"Este tipo hace cohetes de los que Estados Unidos ha llegado a depender, porque los de la NASA son un desastre", comentó Tenembaum, aludiendo al dominio de Musk en el sector aeroespacial.
Embed - “La guerra entre Trump y Musk tiene ecos en toda la política americana”- Mookie Tenembaum
El inicio del conflicto: de aliados a enemigos
La relación entre Trump y Musk comenzó a deteriorarse cuando Tesla, la empresa de Musk, empezó a enfrentar problemas internos, reflejados en una caída en sus resultados económicos. Según Tenembaum, los accionistas de Tesla comenzaron a exigirle a Musk que se enfocara en mejorar la empresa, alejándose de su involucramiento en la política. "Cuando empezaron a quemar los autos de las concesionarias de Tesla, Musk comenzó a enfrentar serias dificultades, y los accionistas le exigieron que dejara de ocuparse de la política para concentrarse en los resultados de la empresa", explicó.
A partir de allí, según el analista, surgieron acusaciones sobre el comportamiento de Musk, como el uso de drogas y marihuana, algo que siempre fue público. Sin embargo, el problema se complicó cuando Musk fue señalado por su vinculación con el gobierno estadounidense, que le compra productos como cohetes y tecnología para uso militar. "La acusación de que Musk usa drogas más pesadas no es un tema menor", señaló Tenembaum, al resaltar que esto podría haber afectado la relación de Musk con el gobierno, que le ha otorgado acceso a información confidencial sobre proyectos sensibles.
Musk vs Trump: acusaciones y las listas de Epstein
El conflicto se intensificó aún más cuando Musk acusó a Trump de estar involucrado en las listas de Jeffrey Epstein, el millonario estadounidense acusado de tráfico de menores. "Musk lanzó la acusación sin pruebas, pero el hecho de que haya mencionado esto públicamente empeoró las cosas", señaló Tenembaum. Aunque Musk no presentó pruebas de las conexiones de Trump con Epstein, la simple mención del nombre del presidente en ese contexto incrementó la fricción.
"No tiene pruebas de que Trump estuviera en las listas de Epstein, pero lo más importante de todo es que si Biden hubiera tenido esa información, la habría hecho pública inmediatamente", agregó Tenembaum, refiriéndose al posible impacto político que esto habría tenido si la acusación hubiera sido cierta. "Eso hizo que la enemistad entre Trump y Musk llegara a niveles más profundos", señaló.
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Milei expresó su apoyo a Musk, quien asumirá como ministro de Eficiencia en el gobierno de Donald Trump.
A medida que la disputa se fue intensificando, las acciones de Tesla cayeron entre un 15% y un 18%, lo que implicó una pérdida de más de 34.000 millones de dólares en el valor de la empresa. "Este daño a las acciones de Tesla fue consecuencia directa de la pelea pública entre Trump y Musk", destacó Tenembaum. "La relación personal está afectando la economía de Musk, y eso está influyendo directamente en los resultados de Tesla". Según el analista, Musk trató de calmar la situación, pero Trump no podía permitir que su imagen se viera debilitada, especialmente en un contexto político tan delicado.
"Trump tiene problemas con la imagen internacional. Si bien quiere demostrar fortaleza frente a figuras como Xi Jinping de China o Vladimir Putin de Rusia, esta disputa con Musk lo hace parecer débil", comentó Tenembaum. "Él no puede permitirse perder poder de imagen frente a líderes internacionales, y la pelea con Musk solo lo afecta más".
La posición de Trump y los ecos en la política estadounidense
Tenembaum también comentó sobre los efectos políticos de este enfrentamiento. Trump, tratando de defenderse de las críticas, no quiso ceder frente a Musk, a pesar de las pérdidas económicas que este conflicto generó. "Trump no puede aparecer débil, especialmente frente a figuras como Xi o Putin", dijo Tenembaum. "No puede mostrar vulnerabilidad, o los demás actores internacionales lo verán como un blanco fácil".
Además, el analista apuntó a que la política interna de los Estados Unidos también juega un papel clave en este conflicto. "Lo curioso es que los demócratas, que en su momento criticaban a Musk por su cercanía a Trump, ahora se muestran más comprensivos con él", comentó Tenembaum. "Este giro de los demócratas genera aún más confusión, porque ahora, de repente, Musk parece tener aliados donde antes no los tenía", agregó.
Elon Musk, por su parte, no solo criticó a Trump en términos personales, sino también en cuestiones económicas. El multimillonario apuntó a los subsidios del gobierno estadounidense a los autos eléctricos, sugiriendo que deberían reducirse para recortar el gasto público. "Trump también le lanzó críticas a Musk, acusándolo de ser un parásito del Estado que se beneficia de los subsidios para autos eléctricos", explicó Tenembaum.
Musk, quien históricamente ha sido un defensor de la reducción de impuestos y subsidios, consideró que las políticas de Trump hacia la industria de los autos eléctricos eran un retroceso. "Este intercambio de acusaciones y críticas entre ellos refleja no solo sus diferencias personales, sino también profundas divisiones ideológicas sobre la política económica en Estados Unidos", concluyó Tenembaum.