El alcalde proeuropeo de Varsovia y un historiador nacionalista se disputan el domingo la presidencia de Polonia en unas elecciones muy reñidas, cuyo resultado puede afectar el apoyo inquebrantable de este país a Ucrania.
Los últimos sondeos auguran una victoria muy estrecha para el alcalde centrista de la capital, Rafal Trzaskowski (50,6%), frente a su rival conservador, Karol Nawrocki (49,4%).
Nawrocki, un nacionalista de 42 años, admirador del presidente estadounidense Donald Trump, ha expresado su rechazo a la adhesión de Ucrania a la OTAN y denuncia las ayudas acordadas a los refugiados ucranianos en Polonia.
Es posible que el resultado se conozca el lunes, al día siguiente de las elecciones, dado el estrecho margen de diferencia entre los dos candidatos en las encuestas.
Según los analistas, una eventual victoria de Nawrocki podría conducir a nuevas elecciones legislativas en este miembro de la UE y la OTAN, cuyo crecimiento económico figura entre los mejores de Europa.
En cambio, un triunfo de Trzaskowski , de 53 años, podría dinamizar el gobierno liberal del primer ministro Donald Tusk, con quien comparte partido.
Poder de veto del Presidente
El presidente tiene una función principalmente honorífica en Polonia, pero cuenta con un poder de veto clave y el presidente conservador saliente, Andrzej Duda, ha bloqueado muchas iniciativas del ejecutivo liberal.
Una victoria de Trzaskowski podría permitir al gobierno la aprobación de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y una flexibilización de la prohibición casi total del aborto que rige en Polonia.
La extrema derecha
El resultado dependerá de la capacidad del alcalde de Varsovia a movilizar a electores afines y del comportamiento del electorado que votó a la extrema derecha en la primera vuelta, que es más proclive a apoyar a Nawrocki.
En la primera vuelta, Trzaskowski quedó primero con un margen ínfimo de 31% frente a 30% de Nawrocki. Los candidatos de extrema derecha sumaron cerca de 21% de los votos el 18 de mayo.
- "Choque de civilizaciones" -Anna Materska-Sosnowska, analista política, calificó esta elección como un "choque de civilizaciones", en referencia a las grandes diferencias en temas como el aborto o los derechos de las comunidades LGTB.
FUENTE: El Observador