"No estamos en guerra con Irán, estamos en guerra con su programa nuclear", afirmó el vicepresidente JD Vance tras el bombardeo estadounidense a las centrales nucleares de Irán. El gobierno de Donald Trump sostuvo que la operación "Martillo de Medianoche" tenía como objetivo destruir las ambiciones nucleares de Irán. Aunque Teherán siempre sostuvo que su objetivo nunca fue desarrollar un arma atómica, este temor fue uno de los principales factores que desencadenó el conflicto actual. Ahora Estados Unidos enfrenta una crisis que, sin saberlo, inició décadas atrás, ya que el primer acercamiento de Irán a la tecnología nuclear fue gracias a un regalo de Washington.
Según un informe de The New York Times, en los suburbios del norte de Teherán se encuentra un pequeño reactor nuclear utilizado para fines científicos pacíficos. En la actualidad, este no representa un peligro para los enemigos de Irán, ya que no contribuye al enriquecimiento de uranio, el proceso que purifica el ingrediente básico de las bombas nucleares hasta un estado que puede sostener una reacción en cadena masiva. Sin embargo, su importancia radica en su simbolismo: fue un regalo del presidente Dwight D. Eisenhower, enviado en la década del 1960 por EEUU, como parte del programa "Átomos para la Paz".
El presidente Dwight D. Eisenhower con el sah Mohammed Reza Pahlavi de Irán en Teherán en 1959. AP.webp
El presidente de Estados Unidos Dwight D. Eisenhower con el sah Mohammed Reza Pahlavi de Irán en Teherán en 1959.
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Este proyecto, lanzado por Eisenhower en 1953, buscaba compartir la tecnología nuclear con los aliados de Washington, ansiosos por modernizar sus economías, y ganar influencia sobre países clave en el tablero global de la Guerra Fría. Así, Washington proporcionó a Irán, Israel y Pakistán acceso a información y equipos nucleares que luego podrían utilizarse para avanzar en sus propios programas.
El Irán que recibió el reactor estadounidense era un país diferente. En ese entonces, estaba bajo el liderazgo del shah Mohammad Reza Pahlavi, un monarca secular educado en Suiza, instalado en el poder gracias a un golpe de Estado respaldado por la CIA en 1953.
"Le dimos a Irán su kit de inicio"
Pahlavi promovió el secularismo y la educación occidental, aunque reprimió duramente a la oposición política. Prohibió el velo femenino y promovió el arte moderno, Andy Warhol una vez pintó su retrato, mientras invertía en alfabetización e infraestructura. Con el apoyo de Estados Unidos, el sha destinó miles de millones de dólares al programa nuclear de Irán, que veía como una garantía de la independencia energética de su país. Por su parte, EEUU recibió a científicos iraníes jóvenes para cursos especiales de capacitación nuclear en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Un reactor nuclear de agua en ebullición en el pabellón estadounidense de la exposición Átomos para la paz, celebrada en Ginebra, Suiza en 1958. AP.webp
Un reactor nuclear de agua en ebullición en el pabellón estadounidense de la exposición "Átomos para la paz", celebrada en Ginebra (Suiza) en 1958.
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"Le dimos a Irán su kit de inicio", dijo Robert Einhorn, un ex funcionario de control de armas de Estados Unidos que trabajó en las negociaciones con Irán para limitar su programa nuclear, a The New York Times. "No nos preocupábamos demasiado por la proliferación nuclear en esos días, por lo que éramos bastante permisivos en cuanto a la transferencia de tecnología nuclear. Hicimos que otros países comenzaran en el negocio nuclear", agregó el ahora miembro principal de la Brookings Institution.
Durante la década de 1970, el programa nuclear iraní comenzó a expandirse. Irán firmó acuerdos con países europeos, incluyendo uno con Francia para la compra de cinco reactores nucleares de 1.000 megavatios. Mientras tanto, el país se presentaba como un modelo de uso pacífico de la energía nuclear.
Sin embargo, a pesar de que Irán firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear en 1968, las tensiones comenzaron a crecer. El sha de Irán comenzó a hablar de la necesidad de que Irán tuviera "derecho" a producir su propio combustible nuclear, una capacidad que podría ser utilizada también para desarrollar armas nucleares. Este cambio en la postura iraní alarmó a Washington.
La Revolución Islámica puso pausa al desarrollo
El ayatolá Ruhollah Jomeini hablando en Teherán en 1979. AP.webp
El ayatolá Ruhollah Jomeini hablando en Teherán en 1979. Los líderes musulmanes de la Revolución Islámica consideraron inicialmente el programa nuclear de Irán como una infiltración occidental.
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En 1979, la Revolución Islámica derrocó al sha y puso fin a la cooperación nuclear con Occidente. Los nuevos líderes clericales, encabezados por el ayatolá Ruhollah Jomeini, inicialmente mostraron poco interés en continuar con un costoso programa nuclear. Sin embargo, la guerra con Irak en la década de 1980 cambió la perspectiva de Irán sobre el valor de la energía nuclear.
Tras la guerra, Irán comenzó a acercarse a Pakistán, otro beneficiario del programa "Átomos para la Paz", y adquirió centrifugadoras de Abdul Qadeer Khan, el científico paquistaní que traficaba con tecnología nuclear. Esto marcó el comienzo de un impulso para enriquecer uranio a niveles adecuados para fabricar bombas nucleares.
"El programa de enriquecimiento de Irán no es el resultado de la ayuda de EEUU", dijo Gary Samore, el principal funcionario nuclear de la Casa Blanca en las administraciones de Clinton y Obama. "Irán consiguió su tecnología de centrifugadoras de Pakistán, que a su vez se basaba en diseños europeos", aclaró.
Este desarrollo, que inicialmente pasó desapercibido, fue clave para el avance de Irán hacia la obtención de armas nucleares. Durante años, Irán avanzó en secreto en su programa nuclear, hasta que en 2002 se conocieron sus instalaciones secretas de enriquecimiento de uranio. A partir de ese momento, la comunidad internacional comenzó a presionar a Irán para que detuviera su enriquecimiento de uranio.
La posibilidad de una bomba nuclear
Trump Vance Rubio Hegseth
Trump dió detalles del ataque de EEUU a Irán en un mensaje desde la Casa Blanca.
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El conflicto nuclear con Irán sigue sin resolverse a pesar de más de 20 años de diplomacia. Estados Unidos, junto con sus aliados europeos, continuaron presionando para que Irán detenga sus actividades nucleares y llevaron adelante intensas negociaciones en busca de una solución.
Irán siempre sostuvo que su programa nuclear es completamente pacífico y que nunca ha buscado desarrollar un arma atómica. Esta afirmación fue confirmada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) hasta hace tres meses, cuando su director, Rafael Grossi, informó que Irán había acumulado suficiente uranio enriquecido a una pureza de hasta 60% —un paso técnico cercano a la calidad necesaria para un arma, que es del 90%— lo que le permitiría producir nueve bombas atómicas.
Además, Grossi advirtió que la organización no podía garantizar que el programa nuclear iraní fuera exclusivamente pacífico, debido a que Irán no estaba permitiendo el cumplimiento de las investigaciones sobre partículas sintéticas de uranio descubiertas por los inspectores en tres instalaciones nucleares no declaradas.
Luego del ataque de Estados Unidos, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró que las ambiciones nucleares de Irán quedaron "destruidas", aunque se está llevando a cabo una evaluación completa.