Donald Trump dijo que en las próximas dos semanas decidirá si se involucrará en el conflicto entre Israel e Irán, dada la "posibilidad sustancial" de nuevas negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán. La posible intervención de Estados Unidos no sólo genera divisiones dentro del trumpismo, sino que cuenta con un fuerte rechazo de la población, según recientes encuestas, que muestran de todas formas diferencias según la identificación partidaria de los consultados.
"Basándome en el hecho de que hay una posibilidad sustancial de negociaciones que podrían o no tener lugar con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión de participar o no en las próximas dos semanas", señaló el presidente el jueves, en un mensaje transmitido por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Durante la campaña electoral, Trump a menudo arremetió contra las "estúpidas guerras interminables" en Medio Oriente, pero también mantuvo que Irán "no puede tener un arma nuclear". En 2018, durante su primer mandato, el republicano retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear firmado tres años antes por su antecesor Barack Obama, que había sido negociado por Irán con EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania, y preveía que Teherán redujera su programa de uranio enriquecido, que podría permitirle la fabricación de una bomba atómica.
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En abril de este año, sin embargo, inició una ronda de negociaciones con representantes iraníes para buscar un nuevo acuerdo. Durante semanas afirmó que estaba a favor de la diplomacia sobre el tema nuclear y su enviado Steve Witkoff se reunió en cinco ocasiones con funcionarios iraníes, pero rápidamente respaldó los bombardeos israelíes y afirmó que Teherán debería haber aceptado sus condiciones.
Israel ha atacado múltiples instalaciones del programa nuclear iraní, pero no ha podido destruir la planta de enriquecimiento de uranio de Fordo. La instalación está enterrada a gran profundidad y, para eliminarla, Israel podría necesitar la bomba estadounidense GBU-57, de 14 toneladas, diseñada para destruir búnkeres. Israel no dispone de dicha bomba ni del bombardero necesario para lanzarla. Actualmente, dicha bomba es lanzada por el bombardero furtivo B-2.
Qué dicen las encuestas
Una encuesta de The Economist y YouGov publicada en la semana reveló que el 50% de los estadounidenses ven a Irán como un enemigo, pero el 60% cree que el país no debería involucrarse en el conflicto, mientras que sólo el 16% apoya una intervención del Ejército de EEUU y el 24% no está seguro.
De todos modos, el rechazo a la participación de Estados Unidos varía levemente según la identificación partidaria de los consultados: entre los demócratas es del 65%, pero entre los republicanos del 53%.
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A la vez, la encuesta mostró que la mayoría de los estadounidenses (56%) está a favor de que EEUU mantenga negociaciones con Irán sobre su programa nuclear, a lo que se opone sólo el 18%.
Otra consulta, publicada el jueves por The Washington Post, reveló que el 45% de los consultados está en contra de que Estados Unidos ataque Irán, mientras que el 25% está a favor y el 30% no está seguro.
En este caso hay una diferencia mayor en la postura según la afiliación partidaria: entre los que se identifican como republicanos, el 47% apoya la participación militar estadounidense, mientras que el 67% de los demócratas está en contra.
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Encuesta publicada por The Washington Post
Cuando se consulta sobre el peligro que realmente creen que representa el programa nuclear de Irán para Estados Unidos, alrededor de uno cada cinco cree que es una amenaza grave e inmediata, la mitad considera que es una amenaza un tanto seria, y un tercio opina que es una amenaza menor.
Una tercera encuesta, de Fox News, coincidió en la tendencia: un 49% aprueba la intervención estadounidense y un 46% la rechaza, con una clara mayoría de respaldo entre los republicanos (73%), más del doble que la de los demócratas (32%).
