Encontrar una propiedad para alquilar en Buenos Aires se transformó en una tarea casi imposible. Los anuncios desaparecen de las páginas web como por arte de magia. Los precios suben, las cotizaciones en pesos son escasas y los precios en dólares imposibles para la mayoría de los trabajadores.
La postal de la crisis habitacional de la Ciudad de Buenos Aires cruza la General Paz. Una ley que nadie cumple, como la de alquileres, y que está en plena discusión atentan contra el mercado inmobiliario, contra inquilinos y propietarios. El combo se completa con la irrupción de Airbnb, la plataforma que, sin regulación, rompió la dinámica de un mercado inestable.
Juan tiene 26 años, se acaba de recibir de abogado y trabaja en un estudio jurídico. Su rutina diaria incluye la búsqueda de departamentos en alquiler por el barrio de Palermo. “Está imposible. No hay nada por menos de 130 mil pesos mensuales. A eso le tenés que sumar los gastos. Arrancas de 200 mil por mes”, cuenta el joven que no pierde las esperanzas.
“Ojo, que no es sólo Palermo, que es dónde me quiero mudar. Es muy difícil encontrar algo en cualquier barrio. Y los requisitos son imposibles. Te piden de todo, no sólo recibo de sueldo. Te piden los datos de tus viejos, garantías que no puedo tener, que no tengas mascotas…mil cosas”, dice Juan.
Claro, no es sólo el precio. Son los valores y su contexto. Una parte fuerte, que se hace cada más poderosa ante la falta de oferta, y una débil, cada vez más frágil ante el aumento de la demanda.
Una visita rápida por las principales páginas de alquiler de propiedades muestra que solo hay poco más de 500 departamentos que se alquilan en pesos en la Ciudad de Buenos Aires. La búsqueda por precio indica que es imposible conseguir algo por menos de 55 mil pesos más expensas. Los departamentos de ese valor tienen una superficie de sólo 10 metros cuadrados cubiertos. Los valores más bajos corresponden al sur de la Ciudad, como es lógico.
En tanto, en Palermo, los departamentos de un ambiente arrancan su oferta en 100 mil pesos.
La cosa no mejora. De julio a agosto, la oferta de alquileres se achicó. Pasó de casi 650 a poco más de 500. El contrate con el crecimiento del alquiler temporal, ya sea en dólares o en peses, es notable. Son más de 15 mil las propiedades que se ofrecen en esa categoría en la Ciudad de Buenos Aires.
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