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La planificación del Ministerio de Seguridad para implementar el Protocolo Antipiquetes durante la marcha convocada por la CGT
El Ministerio de Seguridad se prepara para enfrentar un desafío significativo con la aplicación del protocolo antipiquetes en el marco del anunciado paro nacional convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT). Este protocolo tiene como objetivo asegurar al Gobierno la firmeza de su mensaje: "dentro de la ley todo, fuera de la ley nada".
A pesar de la calificación del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien consideró la medida de las centrales sindicales contra la Ley Ómnibus y el mega DNU impulsado por el presidente Javier Milei como un "absoluto sinsentido", expresó su respaldo al derecho a la protesta. No obstante, adelantó que la cartera a cargo de Patricia Bullrich se encargará de mantener el orden público.
Según información de Noticias Argentinas, el operativo de seguridad consistirá en un estricto control de los autobuses vinculados a la marcha y en las estaciones de tren. Durante la movilización, que se espera comience al mediodía, se realizarán inspecciones y vigilancias para garantizar la libre circulación del tráfico.
La prohibición de bloquear calles o vías de circulación se mantendrá, y desde el ministerio aseguran que las cuatro fuerzas de seguridad se dedicarán a aplicar el protocolo, sin importar la magnitud de la manifestación.
A pesar del compromiso de la central sindical de garantizar "la seguridad de todos los compañeros que concurran y el normal desarrollo de las actividades de los vecinos de las zonas afectadas", el Ministerio de Seguridad aclara que el sindicato carece de la capacidad y la autorización para asegurar, autorizar o restringir cualquier tipo de circulación. Además, subraya que las autoridades gubernamentales son las únicas con la autoridad para llevar a cabo controles, los cuales se aplicarán "bajo estricto control y conforme las pautas ya notificadas oportunamente".
