El cambio de matriz que impuso Diego Aguirre en las contrataciones de Peñarol

Presentado el pasado 22 de noviembre como nuevo entrenador aurinegro en lugar de Darío Rodríguez, Aguirre no logró sostener a flote un barco que se hundía entre el descalabro físico de los jugadores y el rendimiento futbolístico del equipo. 

Foto: Leonardo Carreño.

A solo un mes de su retorno al club, el 22 de diciembre, ya consumada la derrota en las finales del Uruguayo ante Liverpool seis días antes, la Fiera asumió en Peñarol un rol que va mucho más de un simple entrenador. 

Ante el silencio del presidente Ignacio Ruglio tras la derrota, fue Aguirre quien salió a dar la cara por el club a pesar de no haber tenido arte ni parte en el armado del plantel 2023 

Foto: Leonardo Carreño.

"No puede volver a pasar lo que pasó. Nos sentimos en el debe, con culpa y vergüenza. Es algo que no puede volver a pasar. Por eso estamos trabajando para construir un Peñarol mejor, que sea competitivo y que haya una identificación con el hincha que hoy no está pasando", dijo Aguirre en su primera aparición pública tras perder el Uruguayo. 

Aguirre empezó entonces a trabajar en el armado del plantel para 2024 a pesar de que Peñarol contrató a un nuevo director deportivo, Agustín Alayes, y a un secretario técnico, Marcelo Rodríguez, para sustituir a la dupla Pablo Bengoechea-Gabriel Cedrés. 

"El plantel en su depuración para el primer semestre de 2024 lo va a armar exclusivamente Diego con quien tres veces por semana nos reunimos y hablamos todos los días. El nuevo director no llega a armar el plantel urgente sino a hacer un período de estudio para luego tomar decisiones y hacer alguna recomendación en el período de pases de junio. Diego ya está llamando a jugadores que en el radar y al mismo tiempo desde que asumió está evaluando a todos los que ve a diario en Los Aromos. Así que recién en junio empezará a meter mano el nuevo director deportivo", había dicho Ruglio el 11 de diciembre. 

Todas las decisiones deportivas pasaron por su decisión. Las altas, las bajas, las cesiones y las promociones de juveniles. 

Con los juveniles, el entrenador fue muy claro: "Hoy la realidad es que no hay juveniles que estén muy cercanos a ser titulares, falta algún tiempito para eso. Es una de las cosas que también hay que mejorar. La responsabilidad no tendría que pasar por ellos. Tenemos que tener jugadores con la suficiente personalidad para afrontar una temporada que va a ser dura y difícil y donde habría que marcar un camino y lo deberán dar absolutamente todo". 

Según pudo saber Referí, el jugador que más lo ilusiona es Luciano González, pero lo ve como un proyecto para soltar definitivamente a la cancha en 2025. 

Solo cuatro de los 14 jugadores que llegaron a Peñarol no fueron un pedido expreso del entrenador: el zaguero Martín Gianoli, el volante Leonardo Fernández, el extremo Nahuel Acosta y el centrodelantero brasileño Matheus Balbi, quien llegó a Uruguay este jueves desde Athletico Paranaense. 

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Según informó un consejero a Referí, este llegó a través de un trabajo de scouteo hecho por el director deportivo Alayes y el secretario técnico Marcelo Rodríguez del que surgieron varios nombres, todos los cuales fueron consultados con Aguirre. Las gestiones realizadas por Matheus Babi con Athletico Paranaense fueron fructíferas y el delantero llegó a Peñarol por un año a préstamo.

A todos los que llegaron Aguirre les dio el visto bueno. 

El período de pases tuvo varios cortocircuitos entre los pedidos del DT y la dirigencia donde Ruglio se manejó con el apoyo del vicepresidente Eduardo Zaidensztat, el secretario general Edgardo Novick y la Comisión de Fútbol conformada por el ahora consejero Alejandro González, Gastón Barragán y Zelmar Dufrechou. 

"No fue fácil, le presentamos un montón de nombres a Aguirre pero muchos los desechó porque no eran de su gusto", contó un dirigente de Peñarol a Referí.  

En su última aparición pública, el domingo pasado, Aguirre dijo que le propusieron la llegada del centrodelantero boliviano Marcelo Martins Moreno y que le bajó el pulgar. 

Aizar Raldes / AFP

Aguirre pidió varios nombres que no llegaron: Maximiliano Romero, Luis Mejía,  Romario Ibarra y Ake Loba fueron algunos de ellos. Pero esos jugadores, y mucho más, quedaron por el camino. 

AFP

En determinado momento fue tal el grado de tensión que se generó en la interna del club que alguien tuvo que salir a dar la cara para apagar el incendio y para dar explicaciones. ¿Quién? Aguirre. 

"Están siendo buenas las contrataciones, algunas han sido difíciles, algunos jugadores no han podido llegar, pero es como todo período de pases donde no todo puede ser perfecto. Estoy conforme porque vinieron jugadores que pedí, que quería y seguramente van a rendir en buen nivel. Es diferente por la cantidad de jugadores, pero creo que venimos muy bien", declaró el entrenador el 31 de enero respondiendo negativamente a una pregunta que apuntó a si existía molestia con Ruglio y la directiva. 

"Fueron muy importantes sus palabras, calmaron las aguas y el entrenador asumió la responsabilidad por lo que es el armado del plantel", declaró a Referí una fuente dirigencial. 

"Yo no quiero nombres, quiero rendimientos", dijo ese día Aguirre. 

Y así fue que Aguirre depuró al plantel de 2023 y armó el de 2024. 

Lo hizo bajo tres premisas: jugadores por debajo del umbral de los 30 años, futbolistas sanos en las últimas temporadas y refuerzos con profusa actividad en 2023. 

"Esa fue una idea netamente marcada por el entrenador y no tanto de la directiva", se sinceró un consejero del club en diálogo con Referí. 

El año pasado, para borrar un 2022 de espanto, Ruglio con Bengoechea apostaron a los nombres y contrataron jugadores de gran trayectoria y experiencia sin reparar en las lesiones que habían sufrido recientemente ni a la actividad de la temporada anterior. La jugada le salió a Peñarol demasiado cara: el presupuesto se agrandó y las lesiones castigaron a los jugadores durante todo el año. 

Estos fueron los jugadores que contrató Peñarol en 2023: 

Para armar ese plantel no se contemplaron varios factores. En primer lugar que como el Mundial de Qatar 2022 se disputó en noviembre, los jugadores terminaron sus actividades a fines de octubre lo que los dejó parados dos meses en el cierre de ese año. 

Por eso, a muchos jugadores les costó tomar rodaje. 

Abel Hernández (con una rotura de ligamentos de rodilla y de tendón de Aquiles) llegó con una tendinitis en el tendón de Aquiles, Carlos Sánchez (rotura de ligamentos en 2020) cerró el 2022 afectado por una patología cardíaca que luego no le impidió seguir jugando al fútbol, Lucas Hernández (rotura de ligamentos en 2020) llegó excedido de peso y como condición de la llegada de Matías Arezo y el colmo de las contrataciones fue la de Diego Rolan que no solo había tenido escasa actividad en 2022 sino que terminó arreglando sobre el cierre del período de pases y no hizo pretemporada. ¿Resultado? En junio rescindió contrato. 

Para el segundo semestre se volvió a apostar por jugadores de 30 o más años (Maximiliano Olivera y Camilo Mayada) pero se incorporó a dos campeones mundiales sub 20: Ignacio Sosa y Franco "Cepillo" González, aunque ninguno rindió acorde a lo esperado. 

Las lesiones en Peñarol fueron moneda corriente a lo largo de todo el año y el equipo se cayó a pedazos física y futbolísticamente a la hora de la verdad. 

Foto: Leonardo Carreño.

El promedio de edad de los jugadores contratados fue de 27,7. Números muy matizados por la cesión a préstamo de Arezo y las llegadas de los sub 20 Sosa y González. 

Diego Aguirre tomó apuntes de todo y por eso armó un plantel nuevo incorporando a jugadores más jóvenes. 

El promedio de edad de los jugadores contratados fue de 27 años donde el más joven es Gianoli, con 23 años. 

Pero de seis jugadores de 30 o más años se trajeron ahora (en un solo período de pases) a la mitad (tres) de +30. 

Uno es el golero Aguerre, por quien la Fiera apostó como titular. Otro es Cabrera que el año pasado jugó la friolera de 46 partidos en Argentinos Juniors y el otro es Gastón Ramírez, un jugador resistido por los dirigentes pero que en tres partidos que lleva jugados le dio al equipo la jerarquía y la calidad de juego que brilló por su ausencia en el segundo semestre de 2023. 

De los 14 que llegaron, Aguerre fue el único que no tuvo continuidad el año pasado. Pero tampoco la tenía Guillermo De Amores al desembarcar en Peñarol para el segundo semestre de 2023. 

Rendimientos más allá de los nombres. A eso apostó Aguirre con ideas muy claras. Toda la responsabilidad está sobre sus hombros. Pero en un momento del club muy complejo, la Fiera no solo puso la cara sino que también metió los pies en el barro para trabajar a destajo por Peñarol.