Contexto
¿Cómo comenzó el ajuste en Trenes Argentinos?
El ajuste en Trenes Argentinos, la empresa estatal encargada de operar los servicios ferroviarios en Argentina, fue anunciado con el objetivo de reducir el gasto público y hacer más eficiente el funcionamiento de la compañía. En un contexto de debate sobre la privatización de algunas áreas del sector, el gobierno comenzó a aplicar medidas que incluían desde la eliminación de puestos jerárquicos hasta la reducción de personal en áreas no operativas.
En un informe oficial, se detalló que Trenes Argentinos logró un ahorro de $60.000 millones en 2024, principalmente a través de la reducción de personal y la eliminación de contratos tercerizados. Esta cifra fue el resultado de la eliminación de 277 cargos jerárquicos, la desvinculación de 1.897 empleados y la optimización de recursos, como la reducción de horas extras y la eliminación de contratos de seguridad privada y servicios de jardinería.
¿Qué implicaron los recortes en la plantilla y la estructura jerárquica?
La reducción de la plantilla fue una de las medidas más destacadas del ajuste. En diciembre de 2023, Trenes Argentinos contaba con 23.812 empleados, un número significativamente alto en comparación con otras empresas públicas como Aerolíneas Argentinas. Durante el último año, la empresa redujo su personal en un 8%, con 1.897 desvinculaciones, lo que implicó un ahorro anual de $24.500 millones. El objetivo del gobierno es reducir aún más la plantilla, con la meta de alcanzar 20.000 empleados en los próximos meses, un número histórico para la compañía.
Además, se realizó un ajuste en la estructura jerárquica. Trenes Argentinos eliminó un 32% de los cargos jerárquicos, lo que resultó en un ahorro de $13.257 millones. Esto incluyó una reducción en el número de gerencias generales, gerentes y subgerentes, así como la simplificación de los puestos de coordinación.
¿Qué impacto tuvo la eliminación de tercerizaciones?
Uno de los principales objetivos del ajuste fue reducir los costos derivados de la tercerización de servicios. En particular, Trenes Argentinos tomó el control de tareas que antes eran realizadas por contratistas, como el mantenimiento de las vías, la poda y el desmalezado. Anteriormente, estas tareas costaban $24.420 millones al año, pero ahora, al ser asumidas por personal interno, la empresa ha logrado un ahorro de $6.722 millones anuales.
De manera similar, la revisión de los contratos de seguridad privada permitió un ahorro de $12.600 millones, y se redujo en un 73% la cantidad de horas extras, lo que supuso un ahorro de $600 millones. Además, se dio de baja más de 2.000 líneas telefónicas no esenciales, lo que contribuyó a un ahorro de $72 millones.
¿Cómo afectó la reducción de gastos en la flota y los autos alquilados?
El recorte también abarcó la flota de vehículos de Trenes Argentinos. Se redujo en un 30% la cantidad de autos alquilados que no estaban asignados a funciones operativas, lo que generó un ahorro de $3.192 millones. Además, la empresa devolvió varias camionetas de alta gama que resultaban costosas, lo que también contribuyó a una disminución en los gastos de combustible, que bajaron en $400 millones.
¿Cuál es la situación financiera de Trenes Argentinos?
A pesar de los ajustes, Trenes Argentinos sigue siendo una de las empresas públicas más deficitarias en Argentina. Según un informe de la Oficina Nacional de Presupuesto, la empresa absorbió $829.721 millones en 2024, un gasto que equivale a $2.273 millones por día. La venta de pasajes ferroviarios solo generó $61.670 millones, cifra que apenas cubre el ahorro logrado a partir de los recortes. La empresa sigue enfrentando un déficit operativo de casi $750.000 millones, lo que pone en duda la viabilidad de cualquier proceso de privatización parcial.
¿Cómo se relacionan estos ajustes con los planes de privatización?
El gobierno ha señalado que Trenes Argentinos es una de las empresas públicas que se encuentra en su radar para una posible privatización parcial. Sin embargo, los altos niveles de déficit y la compleja estructura de costos complican este proceso. Si bien la reducción de personal y la eliminación de tercerizaciones han logrado algunos ahorros, la empresa sigue siendo un gasto importante para el Estado.
En este contexto, el gobierno ha avanzado con la privatización de algunas áreas, como la del Belgrano Cargas y Logística, aunque los avances en este frente han sido limitados. El objetivo de privatizar parte de los servicios de Trenes Argentinos, especialmente aquellos relacionados con la logística, está alineado con la agenda del gobierno de reducir el tamaño del Estado y mejorar la eficiencia del sector público, pero aún está lejos de concretarse.
¿Qué desafíos enfrenta el proceso de privatización?
Uno de los mayores obstáculos para la privatización de Trenes Argentinos es el déficit estructural de la empresa, que sigue siendo muy alto a pesar de los ajustes. Las pérdidas operativas que la compañía registra anualmente, sumadas a los costos elevados derivados de la operación ferroviaria, dificultan que empresas del sector privado se interesen en la compra de concesiones o en la asunción de la operación.
Además, el ajuste en los recursos humanos y en la estructura jerárquica, aunque ha sido efectivo para reducir costos, también ha generado tensiones en el ámbito político, especialmente entre los sindicatos y el gobierno. Esto ha retrasado algunos de los planes de privatización parcial, como la cesión de algunas líneas ferroviarias al sector privado.
Cómo sigue
El ajuste en Trenes Argentinos continuará con la intención de reducir aún más la plantilla y los gastos operativos, con el objetivo de alcanzar los 20.000 empleados en los próximos meses. Sin embargo, la privatización de servicios y la búsqueda de concesionarios privados para algunas áreas siguen siendo desafíos complejos debido a la situación financiera de la empresa. La expectativa es que los recortes en la planta de personal y en los contratos tercerizados sigan dando frutos en términos de ahorro, aunque el proceso de privatización dependerá en gran medida de la capacidad de la empresa para reducir su déficit estructural.
