Andrés Ojeda tiene 40 años, es el candidato más joven a la presidencia de Uruguay. Atravesó las fronteras con un particular spot que se viralizó a través de las redes sociales. Asegura que la discusión no es entre derecha e izquierda, sino entre lo viejo y lo nuevo. Quiere encabezar la renovación política uruguaya desde el seno de un partido tradicional. Goza con la crispación del círculo rojo y asegura que “a la política tradicional le llegó su Uber”.
Ojeda es un militante. No reniega de eso. Forjado en las filas del tradicional Partido Colorado vive en el seno de la política desde los 17 años. Se recibió de abogado y tiene un master en la Universidad Austral de Argentina. Brindó sus servicios al Sindicato de la Policía y ganó notoriedad en televisión. No es outsider, pero se apropió del manto de lo nuevo. Abrazado al histrionismo y dueño de una fuerte personalidad, Ojeda apuesta a la comunicación audaz para conquistar el voto popular sin caer en las redes de los viejos aparatos partidarios.
“A la política tradicional le llegó su Uber, acá y en todos lados. Uruguay no es distinto al mundo, es un poco más lento, pero no distinto. A la política tradicional le llegó su Uber, y el que no se sube no avanza el futuro, queda en el pasado”, dispara sin miramientos Ojeda ante la consulta de El Observador.
Ojeda no duda al comunicar. Sabe lo que quiere decir y como decirlo. Su planteo no es ideológico, es de formas. Por eso no duda en ponderar a Luis Lacalle Pou, actual presidente y referente del Partido Nacional. “Hace mucho tiempo ya que no nos enfrentamos a la izquierda y a la derecha, enfrentamos a lo nuevo con lo viejo y al futuro con el pasado”, explica y agrega: “Si vos mirás los liderazgos que se han impuesto en la región lo único que tienen en común es que son liderazgos nuevos. No tienen en común ni la izquierda ni la derecha, lo que tienen en común es que son liderazgos del siglo XXI, con un estilo completamente distinto a la política tradicional”.
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Daniel Superville, analista y director de comunicación estratégica y política de CERES, lo define sin matices: “Andrés Ojeda en esta campaña electoral viene a encarnar la novedad, lo nuevo, lo disruptivo, lo innovador. La persona que se posiciona de una forma en que entiende mejor que nadie el manejo de la imagen a través de las redes sociales, amparado ya en un conocimiento que fue construyendo con una militancia de base desde que tiene 17 años en el Partido Colorado y como abogado del sindicato policial”.
El analista describe el fenómeno y explica su crecimiento en las encuestas: “Él logró hacerse conocer por la televisión a través de su trabajo como penalista y defensor del sindicato policial. Y entrando en contienda electoral entendió rápidamente el juego de las redes sociales y el juego por encima del discurso y fue así que logró meterse contra todos los pronósticos, contra los aparatos, hablando de la nueva forma de hacer política, la vieja escuela contra la nueva escuela”.
Andrés Ojeda/ Convención Partido Colorado.
Foto: Leonardo Carreño.
La contradicción parece evidente. ¿Cómo alguien forjado al calor de la interna de un partido tradicional encarna la nueva política? Para Supervielle la respuesta es sencilla: “Ahí está la virtud del manejo de la comunicación que hicieron quienes están en la campaña de Ojeda”. En ese marco el analista destaca por ejemplo que Ojeda “dice dos cosas totalmente disruptivas. Primero, que admiro a un presidente de otro partido, que es Lacalle Pou, y a su vez, que no es solo candidato del Partido, es el candidato de toda la coalición”.
“Esto es como una novedad absoluta”, insiste Supervielle y remarca: “decir que admiras al candidato o a un presidente de otro partido cuando estás en competencia, por más que después hagas una coalición electoral para ganar, es raro, ¿no? Y esa fue la disrupción de Andrés. Empezó a tener un discurso totalmente novedoso para el Uruguay al decir esas cosas, al decir que admira a la calle Pou, a decir que es el candidato de la coalición republicana”
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Por su parte, el asesor en Comunicación uruguayo Daniel Ríos, ante la consulta de El Observador, también posa su mirada en el último spot del candidato, pero va un poco más allá. “Es novedoso el anuncio, es novedoso el personaje, tiene un discurso por ahí diferente, pero no rompe la lógica electoral y política de Uruguay”, sostiene Ríos.
En ese marco, el asesor en comunicación le resta importancia al spot y asegura que “se sabe que las decisiones políticas son emotivas. En este caso, ha sido comprobado que el voto es una decisión emotiva que incluso en algunos casos tiene que ver con el tono de voz, con la altura de la persona que se presenta, y que sin debate usualmente no cambia las intenciones de voto es muy difícil que un lo haga un aviso de campaña, por más jugado que sea”.
Lo que viene en la campaña electoral
Más allá del impacto que finalmente tenga la campaña en las elecciones, lo cierto es que Ojeda, que aún figura tercero en las encuestas por debajo de los candidatos del Frente Amplio y el Partido Nacional logró acaparar la discusión pública. Supervielle lo sintetiza: “Con su campaña disruptiva, muy ligada a lo visual, a su imagen, a su impronta y a su manejo de redes sociales, Uruguay hoy está hablando de lo que hace Andrés Ojeda. El spot de él haciendo pesas, contestando el ping-pong ese, lo levantaron todos los informativos, se habló en todas las tertulias de las radios, hablan mis hijos, mis abuelos, mis tíos, todo el mundo, mis parientes del exterior me preguntaban qué es esto, y claramente dio una tecla en la máxima esa que dice que lo que importa es que se hable del candidato, si después eso redunda o no redunda en votos, lo dirán las urnas”.
Más allá de las miradas sobre la campaña, Ojeda tiene clado su objetivo. “la mayoría de la ciudadanía no está en el círculo rojo y no comparte los intereses del círculo rojo. Tampoco responde a los mismos mensajes que el círculo rojo entonces a que mí hoy que me castigue el círculo rojo por una publicidad puntual diferente es lo mejor de lo que pasa”, dice convencido el candidato del partido Colorado y aclara: “Este concepto de renovación que nos trajo hasta acá vino mayoritariamente los hombres, la gente mayor. Aunque parezca raro es la gente mayor la que me para y me dice básicamente tres cosas: al fin alguien joven, al fin alguien nuevo y al fin alguien sin mochila. ¿Qué fuerte es este concepto de no mochila? A mí el círculo rojo me cobra la falta de experiencia y la doña está re contenta”.
Captura de pantalla de Andrés Ojeda en un spot de su lista al Senado
Foto: Andrés Ojeda
De cara a lo que viene Andrés Ojeda no tiene dudas. Sabe de que manera seguir la campaña. “Tenemos que hablar de lo que queremos hacer en los próximos 5 años por supuesto, pero también tenemos que contar quién somos, en qué creemos y qué sentimos”, detalla y explica: “la gente no está contratando un gerente, la gente está votando un presidente, entonces tiene que conocer a la persona y tiene que empatizar. Hay que contarle cosas personales de la forma más entretenida posible”.
El desafío de Ojeda es convertir las visualizaciones en votos. El camino es empinado, pero la política siempre da sorpresas. En ese marco, el candidato del partido Colorado en las próximas elecciones de Uruguay apela al ejemplo de las últimas elecciones presidenciales en Argentina. “Desde los últimos 25 años solo se repite que las estructuras políticas son clave para ganar elecciones y eso hace mucho tiempo que es así. Milei ganó en lugares en los que nunca fue, y ganó por afano”, recuerda Ojeda mientras piensa en el futuro más allá de lo que marquen las encuestas.