Nada logro distender el clima interno dentro del bloque de la UCR en diputados. El apoyo por parte de cinco diputados radicales al veto de ley de movilidad jubilatoria y a la ley de financiamiento educativo dejó abierta una herida que no cicatrizó.
Los intentos de la conducción del bloque por mantener el bloque unido y lograr que los cinco diputados díscolos firmen un acuerdo para no volver a perjudicar la postura mayoritaria del bloque navega rumbo al naufragio.
El grupo de legisladores que se encolumnan detrás de Facundo Manes dieron un ultimátum. “Ellos o nosotros”, fueron los términos, palabras más palabras menos, en que se planteó el tono de la discusión que terminará por dirimirse el próximo martes por la tarde.
El bloque radical tiene 33 legisladores. La moción de expulsión necesita 17 voluntades para avanzar. Un número que por ahora está alejado de la realidad. El sector que tiene como cara más visible a Facundo Manes podría sumar como máximo 13 votos para desterrar a “los radicales con peluca”.
Los números puertas adentro de la UCR
Así las cosas, y consciente de sus propias limitaciones dentro del bloque Manes da por hecho la fractura del bloque y empuja a Rodrigo de Loredo, titular de la bancada, a elegir. Si cede y expulsa a los 5 díscolos se quedará con un bloque de 28 diputados. En tanto, si no cede la sangría será de por lo menos 11 diputados, los alineados tras el neurocirujano, y el espacio quedará reducido a 22 legisladores.
En cualquier caso, tanto Patricia Bullrich, que fue la que articuló el acuerdo con los cinco diputados díscolos, como el gobierno conseguirán una victoria: la ruptura del bloque de la UCR.
Todos puertas adentro del bloque de la UCR dan por descontado que el martes por la noche la conformación del bloque sufrirá modificaciones. Desde el sector más moderado, que tiene como referencia a Julio Cobos entienden que si se ponen a consideración el compromiso que impide votar en contra de la postura mayoritaria del bloque, los “radicales con peluca” se negarán a firmar y se irán solos del bloque.
Desde el sector de Manes piensan distinto. Sostiene que al oficialismo le conviene tener una pata adentro del bloque. Y ese marco, entienden que no se irán y seguirán dando la discusión para acompañar al Gobierno dentro del bloque.
Los cierto, y en esto también hay plena coincidencia dentro del bloque, es que la convivencia en la articulación parlamentaria se hizo prácticamente imposible desde el aval al veto a la movilidad jubilatoria.