Ya está todo decidido y se esperaba que aparecieran los recortes en Cultura anoche en el Boletín Oficial, pero los anuncios fueron realizados por Manuel Adorni en su primera conferencia de prensa después de su resonada victoria en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires.
Se trata, en definitiva, de una etapa sostenida por el Ministerio de Desregulación que conduce Federico Sturzenegger, quien tiene 49 días más estipulados por el capítulo de la ley Bases que le otorgó "facultades extendidas" para implementar sus políticas.
Básicamente, lo que perderán los organismos cuestionados es autonomía en el manejo presupuestario. En muchos casos no pueden eliminarlo, porque dependen de impuestos creados por ley, pero la idea es hacerlos "más eficientes", centralizando su administración. Será el caso del Museo de Bellas Artes, el Palacio Libertad, Tecnópolis, la CONABIP y el Instituto Nacional del Teatro (INT).
Cuáles fueron los anuncios de Manuel Adorni
Se disolverán el instituto browneano, el newberiano y el belgraniano, aunque "sus competencias de investigación se centralizarán en un nuevo organismo, según un paper al que accedió El Observador. El Instituto Sanmartiniano y el Instituto Evita serán transformados, respectivamente, en museos, aunque el Museo Evita ya está creado. El Instituto yrigoyeneano y el Instituto Rosas pasarán a ser fusionados en un nuevo instituto.
Desde que Leonardo Cifelli se integró como Secretario de Cultura como parte de la estructura de la Secretaría General de la Presidencia, dejando el Ministerio de Capital Humano, se discute un diseño nuevo con el objetivo de que "el presupuesto se ejecute no tanto en salarios sino en la actividad para la que fue creado". Como en el caso del INT y de CONABIP "hay muchos sueldos en todo el país que serán eliminados". La Secretaría de Cultura espera protestas del personal.
El Observador pudo saber, también, que desde Cultura se incentivará la actuación de las "asociaciones de amigos", con capacidad para intervenir en las programaciones y contratación de servicios, incluidas las concesiones de café y restaurantes. El ejemplo de Bellas Artes es tomado en cuenta, aunque no parece tan sencillo lograr asociaciones de igual relevancia en todos los museos nacionales. El Palacio Libertad y el Museo del Norte, en Salta, podrían anunciar en el corto plazo una organización civil que ayude en el financiamiento privado de las actividades.
