La causa judicial que intenta develar qué pasó con Diego Fernández Lima, el adolescente desaparecido en 1984 y cuyos restos fueron encontrados en mayo enterrados en un terreno de Coghlan, lindero al chalet de la familia Graf, sumó el miércoles las declaraciones de los albañiles encargados de ejecutar la obra.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso el periódico La Nación, Rolando Medina Rodas, uno de los trabajadores convocados para llevar adelante las tareas de refacción, reveló que el propio Cristian Graf se mostró "preocupado" al dar cuenta de la intervención.
"Lo notaba preocupado", comentó el albañil en su declaración ante la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61 comandada por Martín López Perrando, luego de ser consultado por la reacción del hoy principal sospechoso.
En otro tramo, Medina Rodas agregó que "un hombre se acercó" para prohibir accionar alguno sobre un área delimitada. "Nos llamó la atención porque estaban haciendo una medianera nueva”, puntualizó.
La investigación librada por López Perrando sumó también las declaraciones del licenciado en Seguridad Higiene, Fernando Daniel Scarfo, quien desempeñaba funciones en la obra de la avenida Congreso 3748 al momento del hallazgo.
"Graf dijo que 'donde es mi casa pudo haber sido una iglesia’ y que los curas pudieron haber enterrado a los que se iban muriendo. Después dijo que muchos años atrás hubo un establo y, al final, contó que tuvieron que nivelar el terreno del fondo donde está ubicada la pileta y pidió tierra para nivelarla y los huesos pudieron haber estado en el camión”, detalló el dictámen.
El juez nacional en lo criminal y correccional Alejandro Litvack será el encargado de definir si cita a indagatoria a Graf, como solicitó el fiscal. El lunes pasado, el sospechoso se presentó en la Fiscalía, pero no había sido imputado aún.
