La herencia más nefasta que dejó el kirchnerismo es el odio. No hay manera de explicar la agresión a una periodista, sólo por hacer una crónica. El único pecado que cometió Carla Ricciotti fue llevar un micrófono de LN+. También agreden a cronistas de otros medios que no les gustan. Y no sé si son tan pocos. Cuando los líderes políticos expresan odio, eso se reproduce y puede terminar en un crimen, que además justifican.
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Es el odio por el odio en sí.
Esta es la herencia que deja el kirchnerismo en este país, odio y más odio del que no podemos salir. Nunca hicieron una autocritica. Nunca pidieron disculpas por encerrarnos durante tanto tiempo, mientras hacían las fiestitas y hacían negocios con la salud y las vacunas. Nunca hicieron una autocritica por haber bancado, durante tantos años, a la jefa de la banda de la corrupción. A Cristina Fernández de Kirchner que mañana, con total impunidad, dará una clase y seguirá reproduciendo la mentira de que este gobierno le pega a los jubilados. Cristina Fernández, la misma que vetó el 82% móvil en el 2010, con los mismos argumentos que tiene Javier Milei hoy.
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Y a los fanáticos de Javier Milei, les digo: no reproduzcan el discurso de los periodistas ensobrados, que es el mismo del kirchnerismo, para criticar a cualquiera que hace un comentario.
No es todo lo mismo. Y el término “ensobrado” se puso de moda, y es injusto porque las generalizaciones nunca son buenas. El insulto por el insulto mismo, nunca es bueno. Solo deja odio y es más de la nefasta herencia de este país.
