Viajar con animales no es una tarea sencilla. Implica una serie de trámites y procedimientos que resultan esenciales para no tener ninguna sorpresa desagradable.
Los perros merlé pueden presentar manchas en el pelaje y ojos de diferentes colores.
Emigrar de un país a otro implica no sólo un vaivén sentimental que repercute en el interior de cada uno, sino también las personas conviven con una fuerte carga de estrés, y más si viajás con animales.
En el caso puntual de los perros, traerlos a España a vivir es un proceso que requiere cumplir con una serie de requisitos estrictos para garantizar el bienestar del animal y el cumplimiento de las normativas sanitarias del país.
A continuación, te detallamos los pasos clave que debes seguir para asegurar una mudanza sin contratiempos para tu mascota.
El primer paso para traer un perro a España es asegurarse de que el animal tenga un microchip compatible con la normativa ISO 11784/11785. Este dispositivo es esencial, ya que permite identificar al perro de manera única en caso de extravío y es un requisito indispensable para cualquier trámite oficial. Junto con el microchip, el perro debe tener un pasaporte para animales de compañía, un documento oficial que contiene toda la información relevante sobre el animal, incluyendo las vacunas y tratamientos médicos.
Uno de los requisitos más importantes es que el perro esté vacunado contra la rabia. La normativa española exige que la vacuna antirrábica sea administrada al menos 21 días antes del viaje y que esté vigente en el momento de la entrada al país. Además, si es la primera vez que se vacuna al perro, es crucial esperar estos 21 días para que la vacuna sea efectiva y aceptada por las autoridades.
En el caso de que el perro provenga de países como Finlandia, Irlanda, Malta, Noruega o el Reino Unido, es obligatorio realizar un tratamiento contra la tenia (Echinococcus multilocularis) entre 24 y 120 horas antes de su llegada a España. Este tratamiento debe ser administrado y registrado por un veterinario, quien debe incluir la información en el pasaporte del animal.
Antes de viajar, es imprescindible que un veterinario autorizado expida un certificado de salud para el perro. Este documento, que debe ser emitido dentro de los 10 días previos al viaje, certifica que el animal está en buen estado de salud y apto para viajar. Además, si el perro proviene de un país fuera de la Unión Europea, será necesario un certificado zoosanitario emitido por las autoridades veterinarias del país de origen.
Si el perro proviene de un país fuera de la Unión Europea, además de los requisitos mencionados, se debe verificar que el país esté en la lista de territorios con control sanitario equivalente al europeo. En caso contrario, será necesario realizar un test serológico de anticuerpos antirrábicos. Este examen, que debe realizarse al menos tres meses antes de la entrada a España, debe confirmar que el nivel de anticuerpos es suficiente para garantizar la protección contra la rabia.
Al llegar a España, es importante declarar la entrada del perro en la aduana. Las autoridades pueden solicitar la revisión de la documentación y, en algunos casos, realizar un control físico del animal. Si todo está en regla, el perro podrá ingresar sin problemas al país. En caso de que se detecte alguna irregularidad, las autoridades podrían retener al animal o incluso denegar su entrada.
Finalmente, es relevante considerar que, además de las normativas nacionales, cada comunidad autónoma en España puede tener regulaciones adicionales respecto a la tenencia de animales. Por lo tanto, es recomendable informarse sobre las normativas específicas de la comunidad a la que te mudas para asegurarte de cumplir con todos los requisitos locales.
Todos los puntos para evitar problemas
Traer un perro a España implica una preparación meticulosa y cumplir con varios requisitos legales y sanitarios. Sin embargo, siguiendo estos pasos, podrás asegurar una llegada segura y sin complicaciones para tu mascota. Además, recuerda que mantenerte informado sobre cualquier cambio en las normativas es esencial para evitar inconvenientes en el futuro.