El arranque de diciembre está marcado por una fuerte corrección en el mercado de las criptomonedas. Bitcoin cayó con fuerza hasta tocar los US$ 86.000, su nivel más bajo en meses, después de que se difundiera un hackeo en el protocolo de finanzas descentralizadas Yearn Finance, uno de los más importantes del ecosistema DeFi.
La caída, que coincidió con liquidaciones masivas y ventas generalizadas, reactivó el temor entre inversores y volvió a poner en discusión la seguridad de los contratos inteligentes que sostienen buena parte de la infraestructura cripto.
Un hackeo en Yearn Finance que golpeó la confianza en el ecosistema
Yearn Finance confirmó una “actividad anómala” en uno de sus pools de liquidez, lo que permitió a un atacante manipular la emisión del token yETH y drenar millones de dólares en activos vinculados.
El incidente generó un contagio inmediato:
se retiró liquidez de varios protocolos,
se multiplicaron las órdenes de venta,
y Bitcoin —habitualmente considerado la criptomoneda de mayor estabilidad relativa— fue arrastrado por el sentimiento negativo del mercado.
La vulnerabilidad también reavivó el debate sobre las auditorías de seguridad en plataformas DeFi, un sector que este año ya acumulaba varias alertas por exploits, fallas de código y pérdidas millonarias.
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El BCE dice que el bitcoin ha "fracasado" como moneda digital.
Bitcoin cayó más de 5% y perforó un nivel clave
La criptomoneda líder perdió entre 5% y 6% en pocas horas y descendió por debajo de los US$ 86.000, una zona considerada de soporte técnico por los analistas. La volatilidad se aceleró a partir del efecto dominó generado por el hackeo y las ventas apalancadas.
En paralelo, otras criptomonedas también retrocedieron:
Ethereum,
XRP,
y varios tokens DeFi vinculados a protocolos de liquidez.
El retroceso se suma a una tendencia bajista que Bitcoin arrastraba desde noviembre, cuando comenzó a perder impulso tras un año de fuerte apreciación.
Un mercado vulnerable: apalancamiento, rally previo y miedo al contagio
Analistas del sector explican que el ecosistema cripto atravesaba una fase de elevada sensibilidad:
gran parte de los inversores venían de obtener fuertes ganancias durante el rally de 2025;
había altos niveles de apalancamiento en futuros y derivados;
y los protocolos DeFi concentraban grandes volúmenes de liquidez con riesgos crecientes.
En ese contexto, un hackeo de esta magnitud actúa como detonante: acelera liquidaciones automáticas, aumenta la presión vendedora y derriba niveles de precio clave.
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Sube el bitcoin,
Qué puede pasar ahora con Bitcoin
Los analistas plantean tres posibles escenarios:
Recuperación técnica si el mercado digiere el impacto y vuelve el flujo de entrada a las grandes criptomonedas.
Mayor volatilidad mientras continúan las investigaciones sobre Yearn Finance y se estabiliza la liquidez del sector.
Corrección más profunda si se detectan vulnerabilidades adicionales en otros protocolos o si aumenta la presión regulatoria tras el incidente.
Por ahora, el sentimiento dominante es de cautela. Bitcoin sigue siendo la referencia del mercado, pero episodios como este muestran que el ecosistema aún está expuesto a riesgos estructurales.