La Copa América 2024 terminó como empezó: con serios problemas organizativos. Si en un comienzo el foco estuvo puesto en el césped de los campos de juego, con reclamos de Marcelo Bielsa y Lionel Scaloni, la final expuso otra larga serie de deficiencias.
Lo que se suponía iba a ser una fiesta se volvió una pesadilla para miles de personas en el Hard Rock Stadium de Miami. En la previa a la final entre Argentina y Colombia, hubo varios desbordes e incidentes. El caos empezó cuando un grupo de personas quiso entrar al estadio sin tickets. Algunos de hecho lo hicieron. Ahí hubo un clave punto de la desorganización reinante: cualquier persona podía acceder hasta la cancha sin tener entradas. No existían anillos de controles que filtraran previamente.
Pero la solución que encontró la Conmebol fue aún peor. La Confederación Sudamericana de Fútbol, presidida por Alejandro Domínguez, resolvió directamente clausurar las entradas durante más de dos horas. Hasta media hora antes del inicio del partido, las gradas estaban vacías.
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Sin información y con poca señal en sus celulares, la gente se agolpaba frente a las puertas cerradas. Hinchas de Argentina y Colombia deambulaban desconcertados. El Observador USA fue testigo de que hubo personas desmayadas, descompuestas y llorando. El partido se retrasó una hora y 20.
Scaloni contra la Conmebol
Muchas de los hinchas que no podían entrar fueron las propias familias de los jugadores de ambas selecciones. Por eso los dos equipos tuvieron que detener la entrada en calor previa al comienzo de la final. En la conferencia de prensa posterior al match, Scaloni se quejó de esa inusual situación. Y fue más allá en sus críticas a la Conmebol
“En el Mundial calculo que las dimensiones de las canchas van a ser más grandes. Las que se jugaron ahora, en la Copa América, fue más grande. Entiendo que el Mundial se va a jugar en canchas de fútbol y no de béisbol. Lo importante es que nosotros nos repusimos a todos estos inconvenientes”, se quejó el DT de Argentina.
Mientras miles de hinchas se apretaban en la puerta del estadio, Alejandro Domínguez caminaba por el césped del Hard Rock Stadium y sonreía ajeno al caos que se vivió en la previa a la final.
La policía del condado Miami-Dade reportó previamente que los “varios incidentes” tuvieron lugar antes de la apertura de puertas para el partido. Valentina, una venezolana que apoyaba a Argentina, comentó: "Llegamos dos horas antes del partido. Intentamos ingresar pero las puertas ya estaban cerradas. La gente se empezó a concentrar, en un momento éramos tantos y todos apretados, que tuve miedo".
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Un grupito aprovechó el desorden y se coló cuando las puertas se mantenían cerradas.
"Después abrieron las puertas, pero estaba todo tan colapsado, tan caótico, que la gente pasó por las puertas sin mostrar las entradas, saltando los molinetes, recién aquí arriba me pidieron el ticket. Fue un desastre", concluyó. Un argentino que vive en Estados Unidos agregó que sintió pánico, al quedar atrapado entre la gente sin poder salir ni moverse.
