En los últimos días, Israel se ha visto sumido en una situación extremadamente tensa. Imágenes de ataques directos del régimen iraní a zonas civiles se han convertido en una dolorosa realidad cotidiana. Tel Aviv y las ciudades cercanas a ella han sido blanco de impactos en edificios residenciales, dejando un saldo alarmante: 24 civiles asesinados hasta ahora. Es importante destacar que, desde que comenzaron los ataques iraníes, todas las víctimas han sido civiles, sin reportes de muertes de soldados, lo que refleja la intención deliberada de atacar a la población civil.
Lo que estamos viviendo aquí en Israel no es solo una crisis militar, sino una prueba diaria de nuestra capacidad de resistencia. Los ciudadanos nos vemos obligados a refugiarnos en lugares seguros varias veces al día, incluso en mitad de la madrugada, cuando el miedo se hace más palpable. Muchos de nosotros nos vemos obligados a dormir en refugios, lo que refleja la angustia de un pueblo en guerra.
A pesar de la desesperación que puede generar una situación así, quiero resaltar algo fundamental: entendemos que lo que estamos viviendo ahora es un mal necesario. Nadie, ni los más comprometidos con la seguridad de Israel, quiere estar en medio de esta guerra. Sin embargo, más allá de los horrores de la violencia, hay una clara visión: debemos defender nuestra existencia.
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Edificios destruidos por un misil iraní en Tel Aviv
AP
Israel no quiere regresar a la guerra, pero tampoco está dispuesto a desaparecer. Hoy, por el bien de nuestros hijos y para garantizarles un futuro seguro, aceptamos vivir en refugios. Lo hacemos con la firme convicción de que es una etapa que debemos atravesar para asegurar un mañana más tranquilo.
Israel, ante una encrucijada que definirá las próximas décadas
El escenario actual, aunque trágico, tiene implicaciones que pueden cambiar el curso de nuestra historia. Nos encontramos en una encrucijada que definirá las próximas décadas para Israel. El golpe al régimen iraní no es solo un acto militar: es una respuesta directa a décadas de amenazas existenciales.
Israel, al confrontar esta amenaza, también puede abrir la puerta a un futuro diferente para el Medio Oriente Israel, al confrontar esta amenaza, también puede abrir la puerta a un futuro diferente para el Medio Oriente
Irán, cuyo régimen ha amenazado abiertamente con borrar a Israel del mapa, ha intensificado sus esfuerzos para obtener los medios necesarios para llevar a cabo esa amenaza. Sin embargo, el momento presente es crucial. Si logramos un golpe decisivo, podemos debilitar a Irán y, por ende, asegurar una paz más estable en la región.
Israel, al confrontar esta amenaza, también puede abrir la puerta a un futuro diferente para el Medio Oriente. El objetivo no es solo garantizar la seguridad de nuestra tierra, sino también fortalecer las voces pragmáticas que promueven la cooperación regional. Un Medio Oriente con más interacción positiva entre países pragmáticos sería el mejor antídoto contra los extremismos que alimentan la violencia.
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En un efectivo operativo militar, Israel atacó de forma quirúrgica la capital de Irán, Teherán.
Getty Images
Este proceso será largo, pero lo que está en juego es la seguridad de Israel y la estabilidad de toda la región. En tiempos como este, la unidad y la resistencia no solo son necesarias, sino fundamentales para asegurar un futuro en paz para las generaciones venideras.
El fortalecimiento de Netanyahu
Respecto al liderazgo de Netanyahu, creo que hay dos aspectos clave a considerar. En primer lugar, dentro del sistema político de Israel, hay un consenso casi total sobre la respuesta del gobierno. Incluso Yair Lapid, el líder de la oposición, quien ha sido un crítico feroz de Netanyahu, ha respaldado de manera plena las acciones del gobierno en este contexto. Lapid, a pesar de sus diferencias con Netanyahu, ha declarado que, en esta situación, las diferencias políticas quedan de lado. La unidad en Israel sobre este tema es rotunda. Se reconoce que la crisis actual trasciende las disputas partidarias y está relacionada directamente con la existencia misma del Estado de Israel.
En segundo lugar, es importante señalar que estos últimos días han fortalecido considerablemente la imagen de Netanyahu, especialmente después del éxito rotundo de los primeros operativos militares. Este resultado, que sorprendió a muchos, refuerza la percepción de Netanyahu como un líder preparado para enfrentar los desafíos de seguridad que acechan a Israel. A lo largo de los años, Netanyahu siempre ha tenido a Irán como una de sus principales preocupaciones, y ahora ha demostrado que tanto él como el ejército israelí se habían preparado para este momento. La respuesta ante la amenaza iraní fue cuidadosamente planificada, y este éxito resalta la capacidad del gobierno para manejar situaciones de alta tensión.
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Imagen de un video publicado por el gobierno de Israel muestra a Benjamin Netanyahu anunciando el lanzamiento de la operación militar contra Irán.
AFP
El operativo, que se ha desarrollado con una precisión impresionante, también ha dado frutos tangibles para la seguridad de Israel. Después de más de 600 días desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, Israel ha logrado desarticular lo que muchos consideraban el "anillo de fuego" iraní, compuesto por diversos grupos terroristas como Hamas, Hezbollah, y el régimen de Assad en Siria. Aunque los hutíes en Yemen siguen activos, su capacidad para representar una amenaza significativa para Israel ha disminuido considerablemente.
Este éxito marca un cambio paradigmático en la seguridad de Israel y podría alterar profundamente el equilibrio de poder en Medio Oriente. A pesar de la tensión y el sufrimiento por lo vivido en los últimos días, Israel empieza a vislumbrar que el ataque criminal ocurrido el 7 de octubre de 2023, que muchos consideraron el principio del fin para el país, podría, en realidad, ser el principio del fin para el "eje del mal" representado por Irán. Este es un momento decisivo en la historia de Israel, que podría redefinir la región en los años venideros.
