El dopaje también llegó al ciclismo femenino uruguayo

“Lamentablemente hemos tenido el primer caso adverso de dopaje en una mujer ciclista. Esto es un dato que para nosotros es muy negativo (…) porque ingresa en el ciclismo femenino cuando estamos tratando de promover por todos los medios la participación femenina en el deporte”, dijo el jerarca al programa Ciclismo Actual de Emisora Principal de San José.

Cáceres señaló que el control fue realizado en la ciudad de Minas, en la última etapa del Tour Femenino Internacional, prueba que se realizó en el departamento de Lavalleja.

Agregó que el caso ya fue comunicado a la Federación Ciclista Uruguaya y a la Agencia Mundial Antidopaje y dijo que la ciclista tiene unos días para decidir si solicita la apertura de la muestra B.

Desde la organización del Tour Femenino Internacional, prueba que este año tuvo su tercera edición con equipos locales y extranjeros, señalaron que la ciclista es uruguaya y compite en un club de Montevideo.

Destacaron que fue un solo caso adverso en cinco controles que se realizaron en la tercera etapa. “Debemos dar tranquilidad al resto del pelotón y pedir disculpas públicamente aunque no somos responsables de la conducta de las atletas, cada ciclista es la única responsable de lo que hay en su cuerpo, sea cual sea la razón”, dice la nota.

Este caso se conoce a días del comienzo de Rutas de América, tradicional carrera, que este año integrará por primera vez una competencia femenina.

“Consumo legitimado”

Cáceres se refirió al dopaje en el ciclismo local y señaló que “lamentablemente” el consumo de sustancias prohibidas “está como legitimado”.

“Hay organizaciones delictivas, criminales, que tienen ramificaciones que llegan hasta nuestro propio país y que se dedican al tráfico, distribución, venta de sustancias prohibidas que son consumidas por deportistas de distintos niveles y de alto rendimiento”, expresó.

“En la comunidad del ciclismo el consumo está como legitimado, lamentablemente (…) El ciclismo uruguayo no es una excepción”, señaló Cáceres.

“Lo más grave no es que haya un consumo generalizado, sino que no se problematice por parte de un conjunto importante de ciclistas que ven en el consumo algo habitual, legitimado y necesario”, agregó.