El financista Leonardo Fariña y otros cuatro detenidos declararon este viernes por la tarde ante el juez en lo Penal Económico, Pablo Yadarola, en el marco de una indagatoria por la investigación tras los allanamientos a las denominadas "cuevas" que se realizaron el miércoles último.
Fariña llegó a Tribunales pasadas las 8:30 y alrededor de las 10 fue subido al Juzgado de Yadarola en el segundo piso de Avenida de los Inmigrantes 1950 para su declaración indagatoria.
La imputación contra Fariña es por lavado de activos y, hasta el momento, se mantiene incomunicado. Cabe destacar que Fariña goza de libertad condicional en una causa en la que fue condenado por lavado de activos, lleva una tobillera electrónica y tiene permitido desplazarse en un radio de 150 kilómetros alrededor de su residencia en Escobar, Buenos Aires.
Sus defensores, al ingresar a Tribunales, reiteraron que Fariña estaba en la entidad financiera de Belgrano "porque es amigo de uno de los propietarios".
Las detenciones se llevaron a cabo tras descubrir que desde las oficinas en el piso 12 de un edificio en la avenida Juramento se estaba impulsando una corrida cambiaria. En el allanamiento, realizado por la División Antifraudes del Departamento Delitos Económicos de la Policía Federal y agentes de Aduana, se incautaron más de $200 millones en billetes, así como sumas menores en dólares y euros, distribuidas en cinco valijas y una caja fuerte pequeña, totalizando más de $500 millones. Dos de los detenidos intentaron huir con dinero en valijas por un balcón del departamento que daba a otra unidad del mismo edificio.
Se cree que los operativos policiales en el microcentro lograron frenar la comercialización de dólares en el mercado ilegal, lo que podría explicar la aparición de cuevas en otros barrios de Buenos Aires, incluyendo Belgrano.
Durante el allanamiento de la "cueva", Fariña, vestido con bermudas, exhibía la tobillera electrónica que controla sus movimientos en el marco de otra causa judicial en la que fue condenado. Los investigadores indicaron que Fariña mostraba una actitud de dominio, con un conocimiento detallado del lugar y situándose del lado del mostrador reservado para quienes no son clientes. Además, se observó a otra persona en el lugar esperando para realizar una operación como cliente, pero no fue detenida.
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