Las dueñas del dale campeón

Las polacas retuvieron el título ganado en 2016, se tomaron revancha de la final perdida ante las azulgranas en 2015 (por penales australianos tras dos empates 0-0) y conquistaron la cuarta copa de su historia tras obtener los trofeos de 2009 y 2014.

No se trata de un éxito aislado. Esta conquista se enmarca en una era color blanco, azul y negro. Un proceso que comenzó a fines de la década de 2000 con Andrés "Betingo" Sanguinetti -hoy dirigente de Peñarol- como presidente del club, con Jean Elissalde como hombre clave en la formación, dirección técnica y coordinación, y con un grupo de jugadoras que ha creado un aire de ser imbatibles en los últimos años.

Es que, en 92 partidos de los últimos cuatro años, Polo solo perdió tres (con Yacht en 2014 y este año, y con Old Girls en 2016).

Y a la hora de afrontar una final, eso pesa. Aún cuando el rival sea Old Girls, otro equipo muy bien trabajado, con tradición de campeón y con una gran mixtura de jugadoras experientes (Andrea Fazzio, María Noel Pérez del Castillo, Anita Echeverría, Alessandra Rasso) con talentos jóvenes (Milagros Algorta, Cecilia Casarotti, Lucila Gomensoro).

Así salió un partido parejo. Porque son rivales que se conocen, que se sacan chispas en la cancha y que siempre ofrecen trámites parejos y de finales cerrados. No fue la excepción esta final.

Old Girls salió a proponer con el excelente manejo de Mili Algorta y Polo a pasar rápido de defensa ataque explotando la velocidad de Matilde Kliche por la derecha y la intensidad que le pone al equipo Sofía Mora desde el centro del campo.

Con conducción central, a los 12 minutos, llegó el gol de la apertura. Obra -de arte- de Camila Piazza quien se sacó un par de jugadoras de encima y la colocó con categoría al palo izquierdo de Fazzio.

Pero Old Girls reaccionó e igualó rápidamente, a los 22', en su primer córner corto. Lo sirvió Martina Lenguas y lo remató ella misma tras un rebote en la arquera Victoria Beares.

Parecía que el primer tiempo se iba con empate por que Polo perdía el humor. Pero entonces apareció Teresa Viana, a los 34', aprovechando un robo con presión alta de Piazza y pegándole con la potencia de un revés que no tiene par en el hockey uruguayo.

En el complemento, Old Girls intentó por todos los medios empatar. Necesitaba un triunfo para forzar una segunda final el domingo, producto de que Polo había ganado la Tabla Anual y tenía esa ventaja.

Pero le faltó claridad a las dirigidas por Sebastián Castillo. Sobre todo para usufructuar la buena cantidad de córner cortos con las que dejaron patente su dominio en el segundo tiempo (cinco contra dos). No estuvieron lúcidas en esa jugada tan importante para este deporte. Y para colmo, en las jugadas más riesgosas que generaron se encontraron con una enorme Victoria Beares que al igual que en la final de 2016 contra Náutico (1-0) terminó siendo figura.

El suspenso se mantuvo hasta los instantes finales. Porque a pesar de contar con una Teresa Viana potente y vertical para aprovechar los espacios en los contragolpes, la golera rival Andrea Fazzio también sostuvo la esperanza azulgrana con atajadas claves: cortándole el paso a Cami Piazza primero y achicándole el arco un par de veces a Viana y otra a Kaisuami Dall'Orso.

Al final se dio la lógica de los tiempos que corren para el hockey uruguayo: Abrazos, gritos, champagne, vuelta olímpica y Polo campeón.