Murió de sobredosis el hijo de Paul Auster, que había sido acusado por la muerte de su hija por la misma causa

Según declararon fuentes policiales a New York Post, el hombre murió de una "sobredosis accidental" mientras se encontraba en libertad condicional, después de que el pasado 17 de abril fuese detenido y acusado de homicidio involuntario por la muerte de su hija Ruby.

El 1 de noviembre de 2021 los equipos de emergencia respondieron a un llamado al 911 desde su apartamento en Brooklyn y al llegar encontraron a la bebé inconsciente. La niña fue trasladada de urgencia al hospital Metodista de Nueva York donde se certificó su fallecimiento. La autopsia concluyó que murió de una sobredosis de fentanilo y heroína, aunque no pudo determinarse cómo ingirió las drogas. La nieta del célebre escritor había ingerido suficiente heroína y fentanilo para “dejar inconsciente a un adulto”, según declaró un fiscal de Brooklyn al New York Post.

Auster ha tenido problemas con la drogadicción desde su adolescencia y tenía antecedentes por robo y tenencia de estupefacientes. El 1996 el nombre de Daniel Auster había circulado a raíz del homicidio de André Meléndez, un inmigrante colombiano de 26 años conocido como "Ángel", miembro del Club Kids de Manhattan y supuesto traficante de drogas. Si bien no fue implicado en aquel crimen dos años más tarde se declaró culpable de poseer US$ 3.000 que le habían sido quitados a la víctima y fue condenado a libertad condicional. Dos personas se declararon culpables del asesinato del colombiano, Michael Alig y su compañero de apartamento Robert Riggs, que arrojaron el cuerpo al río Hudson.

Su padre, Paul Auster, escribió obras como El Palacio de la Luna, La trilogía de Nueva York o Leviatán y ha recibido varios reconocimientos, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006. Su madre, Lydia Davis, también es escritora, traductora, autora de relatos y cuentos cortos y fue la ganadora del Premio Internacional Booker de 2013.

Si bien ella ha contado que intenta dejar a sus seres queridos por fuera de sus relatos, en algunas ocasiones se ha referido a la relación con su hijo. Como recoge la revista Vanity Fair de un fragmento de uno de sus cuentos, Selfish: “Si eres solo un poco egoísta, te ocupas de ellos, les prestas atención… sabes lo que hacen, con sus amigos, les haces preguntas, pero no muchas y solo hasta cierto punto, porque nunca hay tiempo; luego llegan los problemas y tú no los ves venir porque estás muy ocupada; roban, y te preguntas cómo ha llegado esa cosa a tu casa; te enseñan lo que han robado y, cuando les haces preguntas, mienten; cuando mienten, les crees, siempre, porque parecen tan cándidos y sabes que te llevaría mucho tiempo conocer la verdad”.

Auster, de 75 años, ya no mantenía un vínculo con su hijo, según informó el Daily Mail. Pero la adicción a las drogas ha sido un tema recurrente en su literatura así como en la de su segunda esposa, también ganadora de un Premio Príncipe de Asturias, Siri Hustvedt. En La noche del oráculo, publicada en 2004, el narrador es un escritor con un hijo adicto a las drogas que aterroriza a su madrastra, mientras la escritora lo aborda en su novela de 2003, Todo cuanto amé.

Con información de AFP