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Murió un fisicoculturista tras haber asistido a una fiesta electrónica en Tucumán
La Justicia de Tucumán está llevando a cabo una exhaustiva investigación en torno a la trágica muerte de Andrés Rodríguez Bonazzi, un fisicoculturista salteño de 36 años, cuya vida estuvo profundamente vinculada al deporte, siendo profesor de Educación Física y exjugador de rugby.
Rodríguez Bonazzi, quien gozaba de una salud envidiable y mantenía un estilo de vida centrado en la alimentación sana y el ejercicio, sufrió una descompensación después de asistir a una fiesta electrónica en el club Central Córdoba de Tucumán. A pesar de los primeros indicios de una infección pulmonar como causa de su fallecimiento, la investigación se intensifica para esclarecer si esta infección podría haberse originado por el consumo de drogas sintéticas.
El viaje de Rodríguez Bonazzi a Tucumán el pasado viernes culminó trágicamente tras su participación en el evento nocturno. Aunque los detalles de su descompensación aún no están claros, fue trasladado a un centro médico, donde permaneció hospitalizado todo el fin de semana hasta su trágico deceso el lunes.
El fiscal Ignacio López Bustos, a cargo del caso, ordenó la realización de la autopsia correspondiente. Aunque inicialmente se sospechaba de una posible sobredosis de éxtasis, los resultados del análisis forense revelaron que la causa del fallecimiento fue una infección pulmonar. Sin embargo, el fiscal dispuso estudios adicionales para confirmar o descartar la posible ingesta de sustancias y determinar si la infección que le costó la vida podría haberse derivado de dicho consumo.
A través de testimonios de allegados, se destaca que Rodríguez Bonazzi mantenía un estado de salud óptimo y no mostraba indicios de enfermedad pulmonar. Su compromiso con la salud y el bienestar era evidente, adoptando prácticas como la abstención de alcohol y una cuidadosa selección de alimentos, incluso en su dedicación al fisicoculturismo.
Orlando Domínguez, presidente del club Universitario de Salta, donde Rodríguez Bonazzi fue jugador y colaborador, expresó su incredulidad ante la posibilidad de que el fisicoculturista haya ingerido voluntariamente sustancias extrañas. Destacó que era un individuo saludable y comprometido con su bienestar. Nacido y criado en Tartagal, a los 19 años se trasladó a la capital salteña, donde no solo dejó su huella como deportista sino también como propietario de un gimnasio y profesor de Educación Física.
