Sorpresa y críticas de privados por recorte de beneficios fiscales para energía solar

La primera dificultad que se señala desde la gremial, es la imposibilidad de que empresas de diversos rubros que ya tienen inversiones en marcha desde el año pasado, y que incluyen la generación de energía a partir de la instalación de paneles fotovoltaicos, puedan presentar sus proyectos. Eso impide el acceso a los beneficios fiscales, en muchos casos factor clave para que la inversión sea viable.

Hasta ahora era posible computar obras ejecutadas hasta seis meses atrás en los proyectos de inversión que se presentaran. “Es un gran problema que nos tomó por sorpresa a todos. Fue una medida abrupta, y sin un plazo de adecuación que es lo normal. (…) Hay empresas que ya están en obra o que firmaron contrato con quienes hacen las obras y los paneles están viniendo en el barco. Ahora sus estudios contables  no pueden presentar el proyecto de inversión”, explicó a El Observador el presidente de Aude, Marcelo Mula.

La otra dificultad está relacionada directamente con los paneles fotovoltaicos. Con la nueva normativa cualquier comercio o industria que decida apostar a generar su propia energía puede destinar solo hasta un 20% de la inversión en esta tecnología. Antes se permitía hasta un 100%.

A eso se agrega que para poder hacer uso de los incentivos tributarios, la misma inversión debe generar cuatro nuevos puestos de trabajo. Según se indicó, en muchos proyectos que incluyen la instalación de paneles eso no es posible.  El ejecutivo puso como ejemplo empresas que han apostado al transporte eléctrico, y que están instalando paneles para abastecer sus flotas porque les ha aumentado el consumo.

“Los proyectos Comap estaban alineados con la política energética del Estado, que era que las empresas generen su propia energía limpia, ya sea por el decreto de microgeneración o por el de autoconsumo. Así ha funcionado desde 2014. Siempre fue algo promovido, parte de lo invertido te lo exoneraban en IRAE. Ahora si no generas cuatro nuevos puestos de empleo no es una inversión computable”, afirmó Mula.

Desde Auder se considera que “el cambio de rumbo atenta contra la seguridad jurídica pregonada y las claras reglas de juego que ha promovido Uruguay para atraer inversión privada a lo largo de los años”, según expresó un comunicado.

Además, se sostiene que en diciembre de 2020 Auder realizó un evento con participación de la Comap y el director Nacional de Energía, Fitzgerald Cantero. Según se indicó, en esa oportunidad desde el gobierno se incentivó a las empresas a invertir en instalaciones solares fotovoltaicas, y se puso énfasis en el aumento de los beneficio fiscales dados a partir de octubre para el sector.

“Estas medidas causan prejuicios millonarios para empresas de varios sectores con proyectos de inversión que van más allá de la producción más limpia. Así como también a empresas y fabricantes del sector renovable y automotriz, que ven abruptamente modificado su plan de negocios y continuidad para este año”, se añade en el texto.

La asociación solicitó a las autoridades que se revea la medida y se de plazo hasta el 31 de marzo para poder presentar los proyectos de inversión en desarrollo o ejecución bajo los criterios de la normativa que estaba vigente hasta el 11 de febrero. También se pidió  que se mantenga la promoción de instalación de paneles fotovoltaicos “en concordancia” con la política energética impulsada por el gobierno en cuanto a generación distribuida y autoconsumo industrial.