Y un día volvió Danubio

El desahogo final de la gente fue el fiel reflejo del padecimiento en el que estaba inmerso Danubio. El abrazo de Ichazo con los suplentes, la emoción de Jadson Viera, los brazos al cielo de Velázquez eran el claro síntoma de que se sacaban una terrible mochila de encima.

Es que una tarde de febrero, en el difícil Belvedere, con plantel renovado y nuevo cuerpo técnico, se produjo el regreso de Danubio.

Al margen de aquel triunfo de la penúltima fecha ante Fénix, con Daniel Martínez como entrenador interino, pocos recordaban un momento como el vivivo en cancha de Liverpool. Fue el triunfo del sufrimiento. De la constancia. Del reencuentro con aquellos que volvieron al club para poner el pecho.

Danubio no lució como en sus mejores épocas. Es cierto. Pero necesita un triunfo de estas características. Lo obtuvo basado en la enormidad defensiva de Jadson Viera, la entrega del Pato Sosa, el desgaste de Carboni y la calidad de Canobbio. Cambiaron algunas cosas. Por lo pronto se paró con línea de tres (Jadson, Velázquez y González). Canobbio fue de doble cinco y Sosa quedó solo para marcar por eso le costó encontrarle la vuelta. Es que la nueva versión de Liverpool, renovado y con nuevo entrenador, le dominó la pelota.

Pero como Danubio tiene jugadores desnivelantes, en el momento menos esperado te sorprende. Y ocurrió a los 19’ cuando Leal ingresó al área y tocó a Carboni que la empujó para el 1-0.

Liverpool sintió el impacto y no generó nada claro en el primer tiempo. Danubio tuvo una más de Núñez que devolvió el travesaño.

En el complemento el local le metió el peso a la franja. Danubio terminó arrinconado. Tuvo el empate a los 9 cuando Aguirre entró dejando gente por el camino, Sosa le cometió penal que Rojas desestimó, y su definición la sacó Viera en la línea. Enseguida se lo perdió Rauhoffer y se diluyó Liverpool. Porque al margen de que generó problemas por la izquierda de la defensa danubiana, nunca pudo terminar de resolver bien.

Después que salió del ahogo Danubio contó con cinco chances. El palo y Castro salvaron al local. La franja terminó celebrando un triunfo largamente anhelado.
Belvedere fue testigo de su regreso.