La reciente oleada de heladas que azotó el país dejó un saldo devastador en el sector agrícola, especialmente en la producción frutihortícola. El costo de este fenómeno climático se reflejó directamente en los bolsillos de los argentinos, con un aumento significativo en el precio de las frutas y verduras.
En la provincia de Buenos Aires, la pérdida de cultivos de hortalizas alcanzó un alarmante 70%, lo que supone un golpe económico importante para los productores y consumidores.
El impacto de las heladas en el cordón frutihortícola bonaerense llevó a un aumento significativo en los precios de las frutas y verduras, lo que a su vez afectó la inflación de alimentos.
Los productores y comerciantes del sector aseguran que las recientes temperaturas bajas causaron daños importantes en la producción, lo que se refleja en los precios de los productos. En consecuencia, el encargado de una verdulería en el barrio de Balvanera, Jorge, sostuvo que los aumentos en los precios son “por el tema de las heladas” y anticipó que los precios “van a aumentar más todavía”.
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La crisis en el mercado de verduras y frutas se hace sentir en las carteras de los consumidores. El encargado de una verdulería en Buenos Aires detalló que “el repollo blanco está $4.400 el kilo, mientras que la lechuga está entre $7000 y $8000 el kilo”. Entre los productos más afectados por la reciente ola de heladas, se destacan la soja, cuyos precios aumentaron significativamente. Además, el zapallito, el zucchini y el tomate también experimentaron subas importantes.
En su vereda, aseguró que los clientes están reduciendo su consumo, ya que antes compraban uno o dos kilos de verduras y ahora solo llevan medio kilo o apenas un kilo. Además, reveló que “hasta la papa también aumentó, dos kilos están $1.800”.
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Según la Federación de Trabajadores de la Economía Social (FETRAES), las pérdidas en la producción fueron significativas, con hasta un 70% de la producción afectada en el cordón frutihortícola de La Plata, Berazategui y Florencio Varela. Esto generó faltantes de distintas frutas y verduras, lo que se traduce en un aumento de precios.
Estos ajustes en los precios ya se están reflejando en las mediciones de inflación. En la tercera semana de julio, el indicador de la consultora LCG estimó que la variación de precios alcanzó un 0,6% en alimentos y bebidas, con el rubro Verduras siendo el más afectado (4,6%), seguido por Aceites (3,2%) y Productos lácteos y huevos (1,8%).
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La inflación mensual de alimentos se estabiliza en torno al 4%
La inflación en alimentos y bebidas registró una inflación del 0,6% en la tercera semana de julio, según una estimación de la consultora LCG. Después de una aceleración del 1,8% en la primera semana de julio, que se debió al impacto del aumento de los dólares libres, las semanas siguientes mostraron tasas más bajas de inflación, con 0,5% y 0,6%, respectivamente.
Este ritmo, el índice mensual se sostiene en un 3,9%, lo que hace que sea difícil predecir si se romperá el umbral del 4% en las mediciones generales de julio. El informe destaca que la tercera semana presentó una gran dispersión entre los diferentes rubros, con algunos aumentos significativos en las categorías de verduras (4,6%), aceites (3,2%), productos lácteos y huevos (1,8%) y azúcar, miel, dulces y cacao (1,8%), traccionando la inflación semanal.
Por otro lado, los panificados experimentaron un aumento del 0,5%, mientras que los rubros restantes (carnes, bebidas e infusiones, comidas listas para llevar, frutas y condimentos) mostraron una disminución en los precios absolutos.
