Los supermercados manifestaron su preocupación por las elevadas tasas de Seguridad e Higiene impuestas por varios municipios del conurbano bonaerense, advirtiendo que estas medidas podrían contrarrestar los esfuerzos del Gobierno nacional para reducir la inflación. La crítica surge luego de que el municipio de Lanús, bajo la gestión de Julián Álvarez, incrementara la alícuota de esta tasa al 6% sobre la facturación de cada establecimiento ubicado en el distrito.
El aumento de la tasa en Lanús es significativo, pasando del 2,36% al 6%, y se suma a las cargas similares en otros municipios como Quilmes, Moreno y Hurlingham, donde las alícuotas alcanzan hasta casi el 4%. Según los supermercados, estos incrementos afectan directamente los precios al consumidor, en un momento en que el Gobierno busca contener la inflación.
Esta semana, el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió con representantes de las principales cadenas de supermercados para alentar una baja en los precios a raíz de la reducción del Impuesto PAIS. Sin embargo, los supermercados expresaron su frustración por el impacto negativo de las tasas municipales, que consideran "exorbitantes". Según señalan, estas cargas fiscales afectan especialmente a las zonas donde las cadenas concentran su mayor volumen de ventas.
La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) emitió un comunicado expresando su alarma por el aumento en los tributos provinciales y municipales. "Tenemos un ejemplo claro en Lanús, Provincia de Buenos Aires, donde la Tasa de Seguridad e Higiene ha pasado injustificadamente a tributar con una alícuota del 6% de la facturación, superior incluso a la de Ingresos Brutos", afirmó la entidad. Además, advirtió que "medidas como esta inciden directamente en los precios y diluyen los esfuerzos fiscales del Gobierno Nacional en cuanto a la baja de impuestos y aranceles, perjudicando a todos los ciudadanos y la economía diaria de los argentinos".
La ASU también planteó este problema a funcionarios del Gobierno, quienes se comprometieron a analizar una posible solución, especialmente considerando las disparidades entre lo que cobran los distintos municipios. Por ejemplo, mientras Quilmes cobra un 3,74% sobre la facturación de las cadenas, Hurlingham aplica un 3,50% y Moreno un 2,60%. En contraste, otros distritos como Florencio Varela perciben el 0,90%, Tres de Febrero el 0,88%, y Berazategui el 0,54%.
La polémica se trasladó también a las redes sociales, donde el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, criticó la "voracidad fiscal" de algunos municipios. "En @Municipalidad3F la tasa de seguridad e higiene para super e hipermercados es 0,8%", escribió Valenzuela en la red social X.
Los datos recientes relevados por la consultora Scentia, especializada en consumo masivo, refuerzan la preocupación del sector: en junio, las ventas en supermercados y autoservicios de barrio cayeron un 12,4% interanual, y en julio la baja se aceleró al 16,1%. En las grandes cadenas, la caída interanual en julio fue del 16,6%, lo que agrava aún más el panorama para el sector en medio de la presión fiscal creciente.
