Hacía tres años que Joaquín Furriel soñaba con subir a escena del Teatro San Martín un clásico de la tetralogía de William Shakespeare: Ricardo III. Y lo materializó este viernes 27 en la sala Martín Coronado dirigido por el español Calixto Bieito. "Se me ocurrió a mí cuando todavía Gabriela Ricardes estaba al frente del teatro, ahora es Ministra de Cultura de la Ciudad, con lo cual, se pudo realizar", detalla muy entusiasmado Furriel en diálogo con El Observador, días antes del estreno. "Pensé en Calixto porque me dirigió en 2010-11 cuando hicimos La vida es sueño y me gustó mucho la manera de ver un clásico que tiene. Hablé con él en 2022 y me contestó 'hagámoslo pero en 2025 cuando tenga la agenda libre' y aquí estamos".
Calixto Bieito nació en Burgos, España, 9 años antes que Joaquín y es célebre por sus interpretaciones radicales de las obras clásicas de la literatura. Sus producciones suelen ser controversiales. Aquí mismo montó una puesta rupturista mandando colgar un Torino rojo en el medio del escenario, vistiendo a cada una de las integrantes femeninas del elenco con un color particular (Belén Blanco, María Figueras, Ingrid Pelicori y Silvina Sabater) y abriendo la obra con una cortina metálica que recordaba el lugar exacto en donde fueron encontrados los restos del rey Ricardo III en 2012: debajo de una playa de estacionamiento en Leicester, Inglaterra.
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Shakespeare y el imaginario popular crearon una figura del monarca deforme. Se decía que tenía una joroba, que caminaba con una renguera y que un brazo era más corto que el otro. "Shakespeare escribió en el inicio del barroco una obra que él ambientó en el final de la Alta Edad Media. Hoy en día, asociar a la maldad con la fealdad, a Calixto y a mí nos parecía algo muy ingenuo. Acá la historia parte de un documental de la BBC de 2012 en donde se habla que había tenido una escoliosis en la adolescencia y que no era jorobado y lo que escribe el autor es una fake news. Porque termina destruyendo a un York para quedar bien con Isabel que era Tudor. En la obra se ve que va avanzando el estudio del cadáver mientras transcurre la obra. Lo que vemos es una anatomía sobre la maldad. Un thriller suicida", explica con rigurosidad Furriel quien es un estudioso de los clásicos literarios. Por eso le gusta representarlos y rara vez lo veremos haciendo una comedia sobre la avenida Corrientes.
Estas piezas clásicas siempre se apoyan en pilares fundamentales: la vida, la muerte, el amor, la soledad, la ambición de poder, la venganza. Y en Ricardo III todo esto está presente. "Todo lo que quiere es llegar al poder y destruye todo lo que encuentra a su paso. Y cuando logra su cometido, entra en el terreno de la paranoia y sigue matando gente. Esto tiene una vigencia tremenda", dice Furriel. "Pero además la maldad es una creación cultural sobre la identidad. Cada sociedad tiene sus valores y cuando todo eso tratas de despejarlo, aparece el ser humano desde la intemperie y ahí uno se pregunta, ¿hasta dónde se puede hurgar?".
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El elenco lo completa: Luis Ziembrowski, Marcos Montes, Luciano Suardi, Iván Moscher y Luis "Luisón" Herrera. La obra tiene entradas agotadas hasta mediados de julio y el boca en boca, llena salas. Al tratarse del circuito oficial, los precios de los tickets son muy accesibles y los miércoles son valores populares. Permanecerá en cartel hasta septiembre cuando la lleven a España, en donde Joaquín sentó bases laborales desde el año pasado.
