El paro de transporte sin apoyo formal de la CGT es una muestra más del tenor de la tensión interna que vive la central sindical. Un capítulo más de la disputa entre Pablo Moyano y Héctor Daer. Dos visiones distintas de cómo convivir con el Gobierno de Javier Milei y la actitud que deben tomar los gremios frente al desarrollo de las políticas económicas de los libertarios.
En ese marco, la primera victoria de Moyano es postergar sin fecha cierta la foto de la cúpula de la central obrera con los funcionarios del gobierno al calor de la reglamentación de la reforma laboral. Una victoria que es sólo simbólica porque en los hechos, la reforma está vigente.
El segundo dato relevante quedó expuesto con el paro de hoy. Moyano puede hacer una medida de fuerza contundente sin el aval de Daer. No sucede lo mismo a la inversa. En ese marco, el dirigente camionero logró bajarle el precio a la figura del titular de sanidad como garante de la paz social. No es un dato menor.
En ese marco, Pablo Moyano, esta vez no dudó en ponerlo en palabras. “Mitad de la CGT quiere dialogar con el gobierno, y la otra mitad en la calle que quiere defender los derechos de los trabajadores. Yo prefiero estar en la calle al lado de los trabajadores, no voy a ninguna reunión con el gobierno, te sacas una foto y quedas como un boludo, disparó el dirigente camionero en sus primeras declaraciones en la jornada de protesta.
¿Cómo sigue la interna de la CGT?
De cara a lo que viene dentro de la conducción de la central obrera, Moyano fue tajante. “Vamos a pedir una reunión de comisión de la CGT, no se puede mirar para otro lado, no paran de echar gente”, advirtió.
La nómina de los gremios que ya se encolumnan detrás de Moyano es espesa y densa. Más allá de la mayoría de los gremios del transporte el dirigente camionero también cuenta con el respaldo de La Bancaria, SMATA, la UOM y todos los gremios docentes. A esto le suma el aval explícito de las 62 organizaciones y, extramuros, el respaldo tanto de las dos CTA como de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
En ese marco, Moyano aseguró también que los gremios del transporte le dieron un mensaje al Gobierno. También es cierto que dieron un mensaje a la conducción de la CGT.
Dentro de ala más combativa, con la seguridad de que la medida de fuerza fue exitosa, plantean la profundización de las medidas de fuerza en lo que resta del año. Moyano, por caso, está convencido de que “la conflictividad irá creciendo, la gente va a salir a reclamar un pan dulce y un cacho de carne”.
En ese marco, los dirigentes avanzan en la discusión de las modalidades a seguir. Entre la posibilidades que se barajan están los paros escalonados y por sector. Lo lógica en este caso sería que durante una semana y en distintos días paren todos los gremios del transporte: lunes los trenes; martes los subtes; miércoles los aeronáuticos; y así sucesivamente. Por otra parte, y en una lógica más clásica, se plantea un nuevo paro durante el mes de noviembre. En este caso sería de 36 horas.