La carrera electoral rumbo a las legislativas 2025 ya está en marcha. El oficialismo mueve sus fichas y tensa la relación con el macrismo. En ese marco, suma conversos y comienza a delinear el armado de listas en cada jurisdicción. El anhelo es el quórum propio. La realidad marca que, si los resultados acompañan al espacio que conduce Javier Milei, el oficialismo en todas sus variantes podría armar un interbloque de poco más de 90 diputados y convertirse en la primera minoría.
Más allá de las especulaciones sobre el diseño de la campaña y la ampliación del espacio, las elecciones aún están lejos. La fecha prevista para las PASO es el 3 de agosto. Las generales se realizarán el 26 de octubre. Resta saber si finalmente habrá primarias.
Más allá de eso, las elecciones de medio término están ahí. La economía y la campaña harán lo suyo. Tendrán incidencia, como siempre, en los resultados. Sin embargo, la lógica optimista impera en el oficialismo. Los números de Javier Milei en los estudios de opinión impulsan el entusiasmo.
Los datos concretos señalan que en las elecciones nacionales de este año se renovarán 127 de las 257 bancas en la Cámara de Diputados para el periodo legislativo 2025-2029 y también 24 de las 72 bancas del Senado para el período 2025-2031.
La principal novedad será la introducción de la Boleta Única de Papel. El cambio de sistema es un desafío para la política y en particular para el peronismo de la provincia de Buenos Aires. Por lo menos así lo entienden en los despachos del bloque de LLA en el Senado.
Las elecciones legislativas 2025 y el recambio en Diputados
En el marco de las elecciones de medio término, donde se renueva la mitad de la Cámara, el que pondrá más en juego, como es lógico, es Unión por la Patria. Vence el mandato de 47 legisladores del espacio que lidera, con alguna dificultad, Cristina Fernández de Kirchner.
En el variopinto espacio opositor compuesto por aliado y propios la cuenta es compleja. La Libertad Avanza pone en tan solo 8 bancas de sus 39. A esto número habría que sumarle los aliados incondicionales, como el PRO, que pone en juego 22; y el bloque de la UCR, que deberá defender 14 escaños.
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Lilia Lemoine, diputada de LLA
Por su parte, Innovación Federal, también aliado del Gobierno, renueva 3 bancas y el bloque independencia, que vota con el oficialismo, otras dos. También se termina el mandato de la única representante del bloque Creo, que también vota con los libertarios.
Entre propios y aliados, el oficialismo pondrá en juego 50 bancas. La aspiración es ampliar el bloque propio en detrimento tanto de la oposición como de los aliados.
Así las cosas, el conglomerado que acompaña a Milei en sus espacios legislativos pondrá en juego 49 de los 112 diputados que apoyan sin disidencias al oficialismo.
La cuenta es sencilla. El oficialismo y sus aliados necesitan conseguir 17 diputados más de los que ponen en juego para conseguir el quorum propio. Algo que no es imposible, pero si extremadamente complicado. En términos concretos, necesitaría sumar 66 de las 127 bancas que se ponen en juego. Para conseguir algo así tendrá que arrasar en la provincia de Buenos Aires y ganar por amplio margen los distritos más poblados del país.
Dentro de ese esquema, la provincia de Buenos Aires aparece como preponderante, ya que otorga 35 de las 127 bancas que estarán en disputa. El que más pone en juego ahí es UXP. La Libertad Avanza y el PRO tienen todo por ganar, ya que renuevan tan solo 9 bancas entre los dos espacios.
Si la elección del oficialismo nacional es exitosa en la provincia de Buenos Aires le podría garantizar un piso de 6 diputados más para comenzar la cuenta hacia el quórum propio.
Legislativas 2025: qué pasa en el Senado
En 2025 renovarán sus tres senadores la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
En la actualidad hay dos bancas vacantes. Una de ellas es la de Edgardo Kueider, que fue desaforado, y la otra del chaqueño Victor Zimmerman, de licencia para ocupar un cargo provincial.
El juego de las alianzas es más frágil que en la Cámara baja y la conformación de mayoría circunstanciales más compleja. Lo único que está claro en la Cámara alta es que el interbloque Unión por la Patria tiene 33 senadores y que sumará uno más cuando asuma la reemplazante de Kuider.
En todo caso se renuevan 24 de los 72 mandatos. Tan solo 9 de ellos acompañaron al oficialismo en el Senado. Dicho de otra forma, el oficialismo tiene todo para crecer.
En un hipotético caso de éxito arrasador, si LLA y sus aliados se imponen en los 8 distritos sumará 16 senadores. Por lo cual tendría un saldo positivo de 7. Lo que cambiaría sustancialmente la lógica que impera hoy en la Cámara alta.
Por su parte, si Unión por la Patria solo conserva la minoría en cada uno de los distritos que van a las urnas para conformar el nuevo Senado perderá 6 legisladores propios.