Los gobernadores están activos. Hay conversaciones públicas y privadas. En un marco donde reina la desconfianza los mandatarios provinciales intentan juntarse para morigerar el impacto del presupuesto 2025 en el territorio.
Si bien es cierto que aún no se conoce la letra chica del proyecto que ingresará el 15 de septiembre al Congreso, los mandatarios señalan que los problemas se agravarán en 2025 si la recaudación sigue en baja y la masa coparticipable se achica. “El ajuste que plantea Milei en una planilla se paga en el territorio. La situación ya es muy difícil y puede ser peor”, asegura uno de los hombres que hace números para un gobernador del norte.
Ante la certeza de lo que viene los Gobernadores más alejados de Milei comenzaron a tender puentes con otros mandatarios que en público se muestran más amables con el Gobierno nacional. Los contactos son frecuentes y vía telefónica. Por ahora no habrá foto. Pero las preocupaciones son transversales.
Los Gobernadores opositores frente al presupuesto 2025
Los gobernadores que están dispuestos a poner la cara para el debate son pocos. A penas seis. Se juntaron hace pocos días en la Casa de La Pampa, en la Ciudad de Buenos Aires. Ahí estuvieron el anfitrión Sergio Ziliotto recibió a Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Axel Kicillof (Buenos Aires) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero); también participó Gildo Insfrán (Formosa), que se sumó por zoom.
En esa reunión se estableció algo así como un orden de prioridades. En primer término, darle mandato a los diputados que responden a cada gobernador para insistir con la ley de movilidad jubilatoria y, sobre todo, buscar la sanción de la ley de financiamiento educativo. Las universidades nacionales son un actor central de la vida política provincial. Eso volvió a quedar claro en la reunión.
Además, se acordó preparar un documento conjunto frente al presupuesto que presente Javier Milei. El esquema fiscal con transferencia de deuda intra Estado es un problema para las arcas provinciales.
Antes esa situación, si bien el documento se elaborará después de la presentación del presupuesto en el Congreso, los llamados telefónicos y los mensajes vía Whatsapp están a la orden del día. Los recordatorios de promesas incumplidas por parte del Ejecutivo nacional también son parte del asunto.
El riesgo político de frenar el presupuesto
Sin embargo, más allá de algunos puntos en común entre los gobernadores más lejanos al presidente y aquellos que intentan mantener una buena relación, la realidad es que hay cierta complejidad en construir un acuerdo para rechazar el presupuesto.
Desde el Ejecutivo parecen apostar a la capitalización de un posible rechazo en el Congreso a la hoja de ruta de la economía planteada por el Gobierno para el 2025. En ese marco, los bloques dialoguistas en el Congreso por ahora parecen propensos a darle lo voto a La Libertad Avanza para lo que será su primer presupuesto.
La batalla parlamentaria comenzará a disputarse la semana que viene, sin embargo lo gobernadores ya están en guardia.