Patricia Scheuer, actriz y emprendedora en el sector gastronómico, fue arrestada en la mañana del Año Nuevo tras un trágico accidente en el que atropelló y causó la muerte del turista brasileño Fernando Pereira de Amorin junior, además de dejar a su pareja, Celsa, gravemente herida. Sin embargo, tras ser interrogada y dar su versión a través de Google Meet desde su celda en la Alcaidía N°15 de la Policía de la Ciudad, fue liberada poco después.
“Deseo declarar porque no tengo ninguna razón para no hacerlo”, expresó. En ese sentido, compartió ante el Juzgado N°9 un acontecimiento inusual: un ligero desmayo que sufrió mientras conducía su camioneta Nissan Kicks, el cual se originó en el Museo Nacional de Bellas Artes y concluyó en el lugar del siniestro, situado a solo 250 metros, en la intersección de Libertador y Alvear.
“Había pocos autos, recuerdo que vi el Museo de Bellas Artes, y después no puedo recordar absolutamente nada. Lo siguiente es que escucho como un estruendo. No se si pisé yo el freno o se paró el auto, no lo puedo saber con certeza. Cuando vuelvo sobre mí, veo el airbag, y humo o polvo, y no se si bajé la ventanilla o bajé del auto y una persona me dijo que había una persona abajo del auto y vi el desastre. Lo lamento muchísimo. Desde el Museo de Bellas Artes hasta el momento en que una persona me avisó que había alguien abajo del auto, no se qué pasó“, afirmó.
Más tarde, el Juzgado N°9 determinó que no existían razones suficientes para continuar con su arresto. Scheuer carece de antecedentes delictivos y presenta un fuerte vínculo con el país; además, el cargo de homicidio culposo que se le atribuyó es, por normativa, excarcelable.
COSxNfMQ-34105381 (1).mp4
La familia de Amorin contrató abogados en Argentina para que los representen. Actualmente, actúan como querellantes en el caso, asesorados por los letrados Facundo Orazi, quien defiende a Francisco Sáenz Valiente, acusado de la muerte de la modelo Emmily Rodrigues, y Agustín Bianciardi. Según ellos, el expediente presenta diversas inconsistencias.
Según ellos, la versión de Scheuer no encaja por completo. Un segmento de su declaración que destacan especialmente es el siguiente: “Recuerdo claramente ver el Museo de Bellas Artes porque recuerdo hasta intentar ver qué estaban mostrando, pero después es como la nada”. ¿Desvió la vista y se distrajo mientras miraba la cartelera del Museo de Bellas Artes, perdiendo así el control del vehiculo?
También compartió detalles de su historial médico, la medicación que toma y experiencias parecidas que ha vivido. “Un día me encontré en un pasillo de mi casa sin saber cómo había llegado hasta ahí”, relató, describiendo una sensación que surgía “de la nada” y lo transportaba de “un punto a otro”.
RP4UJ3UW7VCFNNNNCSIBALKNYI.avif
Facundo Orazi, uno de los abogados querellantes del caso
Luciano González
El perfil médico adquiría relevancia para los investigadores del Juzgado N°9, a raíz de lo que Scheuer contó. Durante su testimonio, mencionó que había acudido a varios especialistas y se había sometido a pruebas como una resonancia magnética y un electroencefalograma en la clínica FLENI. “Todo dio absolutamente normal”, completó.
El informe de FLENI fue agregado al expediente. “No se registró sueño espontáneo. La fotoestimulación no produjo modificaciones patológicas en el trazado. No se registraron asimetrías, actividad irritativa focal ni descargas paroxísticas generalizadas”, concluyó el estudio.
En otras palabras, sus episodios de desmayo —uno de los cuales resultó en la muerte de una persona— carecen, hasta el momento, de un diagnóstico claro. Si tuviera un diagnóstico, ¿podría manejar legalmente?
Según los datos que la imputada presentó al Gobierno de la Ciudad para la renovación de su licencia de conducir, que también están en el expediente, indicó que no sufre de ninguna enfermedad neurológica. Los profesionales que la evaluaron concluyeron que posee una reacción al freno “excelente” y una “excelente” capacidad de visión nocturna.