30 de septiembre 2024 - 9:26hs

La paz de la tarde del sábado 10 de agosto se vio truncada por la explosión de disparos en la localidad de Ezpeleta. En la calle 5 y 139, dos individuos salieron armados de una casa y comenzaron a disparar contra un grupo de jóvenes, a los que acusaban de haber dañado su vehículo. Un testigo valiente se escondió y grabó la escena, lo que resultó clave para la identificación de Matías Perata, un hombre de 40 años con antecedentes en la "Banda de la Cheta", y ahora protagonista del salvaje tiroteo.

La Policía Bonaerense logró dar con el prófugo Matías Perata tras un extenso operativo conjunto entre la DDI de Morón y la comisaría 1ª de Berazategui, que culminó con una serie de allanamientos efectuados en busca de la persona que había logrado mantenerse escondido durante un mes después de la balacera en Ezpeleta.

El compañero de Perata en la balacera, quien también portaba una pistola y una cuchilla, había desistido de su intento de huida después de que se descubriera que estaba bajo libertad condicional y cumplía con una orden de domicilio en la casa donde se desarrolló el tiroteo. Sin embargo, su participación en el nuevo delito llevó a su reclusión. En el video, Perata, vestido de buzo amarillo, advertía a sus cómplices antes de abrir fuego: “Estoy zarpado en rocho, ¿sabes gil?”.

El ex miembro de la banda criminal "La Banda de la Cheta", conocidos por sus habilidades en la extracción de dinero a jubilados, decidió abandonar su área de influencia y refugiarse en el Country Altos del Sol, ubicado en la localidad de Villa Udaondo, en el partido de Ituzaingó. Sin embargo, la Policía logró dar con su rastro y el juez titular del juzgado de Garantías N°4 de Berazategui, Diego Agüero, ordenó su detención inmediata.

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Un comando policial se estableció en el barrio privado, y después de intensos esfuerzos, lograron ubicar el lugar exacto donde se escondía Perata. Con el objetivo en su mira, el fiscal de Berazategui, Christian Granados, dio la autorización para ejecutar los allanamientos, lo que finalmente condujo a la captura del delincuente.

Las autoridades llevaron a cabo un intenso trabajo de investigación en dos propiedades del country, donde finalmente localizaron al fugitivo, y también efectuaron un allanamiento en un tercer domicilio ubicado en la calle 26, entre 112 y 113, en la localidad de Berazategui. A pesar de sus esfuerzos, no lograron encontrar la arma utilizada por el detenido durante el enfrentamiento en agosto pasado.

Después de la captura, los agentes de la Policía Bonaerense llevaron al detenido a Berazategui, donde se espera que el fiscal Christian Granados le tome declaración indagatoria el lunes. Perata se enfrenta a cargos por "abuso de armas agravado" y "tenencia ilegal de arma de fuego", según se estableció.

Con una estrategia predefinida y un objetivo preciso de víctimas, este grupo delictivo se enfocó en la extorsión a las personas de edad avanzada y a las trabajadoras que habían logrado alcanzar el descanso. Aunque su trayectoria podría haber sido otra más en la historia del crimen organizado, la brutalidad con la que llevaban a cabo sus robos los hizo destacar. Sin embargo, su racha de felonías fue interrumpida en 2012, después de más de un año de actividad, durante el cual cometieron al menos 20 robos en viviendas.

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La fiscal de Berazategui, María de los Ángeles Attarian Mena, llevó a cabo una exhaustiva investigación que reveló la modus operandi de la banda delictiva. Según los hallazgos, la líder del grupo elegía cuidadosamente a los miembros que participarían en cada robo, seleccionándolos como si fueran jugadores de un equipo de fútbol. Entre ellos se encontraba Matías Perata, un delincuente que formaba parte del plantel de ladrones.

La banda de ladrones tenía una peculiaridad en sus modus operandi: preferían cometer sus asaltos en madrugadas de lluvia, cuando la oscuridad y la lluvia creaban un ambiente de incertidumbre. Para acceder a las casas, utilizaban herramientas especiales para abrir las ventanas y portaban armas para intimidar a sus víctimas. Para mantener su identidad en secreto, llevaban máscaras de Spider-Man y se enfocaban en obtener un botín variado, incluyendo dinero, joyas, electrónicos, relojes y hasta objetos de valor histórico, como la coleccionada de soldaditos de plomo del siglo XIX que se llevaron de una casa en particular.

La investigación sobre la serie de robos conocida como "entraderas" se encuentra en un estado de pausa temporal, debido a que la fiscalía priorizó otra causa judicial. Ahora, la causa será sometida a debate oral en el Tribunal Criminal Nº7 de San Isidro, lo que podría tener un impacto en el avance de la investigación sobre los robos originales.

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