Según los datos más recientes, la temperatura del agua ha alcanzado los 25 grados Celsius, lo que representa un incremento de entre 3 y 4 grados por encima de los valores habituales a finales de junio.
Se dispara la temperatura del mediterráneo y hay preocupación por el verano.
El calor extremo que impacta en toda España durante las últimas semanas causó un aumento notable de la temperatura del mar Mediterráneo.
Según los datos más recientes, la temperatura del agua ha alcanzado los 25 grados Celsius, lo que representa un incremento de entre 3 y 4 grados por encima de los valores habituales a finales de junio.
El catedrático Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), ha explicado que el mar Mediterráneo ha tenido un comportamiento "singular" durante la primavera de 2025.
A pesar de que el agua estuvo "bastante fresca" hasta mediados de mayo, las temperaturas se dispararon a partir de ese momento debido a una acumulación de calor, especialmente en la segunda quincena de mayo y principios de junio.
A día 25 de junio, la temperatura del agua se situó entre 24 y 25 grados Celsius, un aumento significativo que, según Olcina, debería preocupar a los expertos debido a sus posibles repercusiones en el clima y la salud pública.
Una de las consecuencias más inmediatas de este aumento en la temperatura del mar es la pérdida de confort térmico durante las noches. Olcina destacó que se están registrando "horas nocturnas tropicales", con mínimas de entre 23 y 24 grados, que incluso podrían superar los 25 grados la próxima semana debido a la llegada de una nueva ola de aire sahariano.
El calor acumulado en el Mediterráneo, combinado con una humedad relativa del 70%, provoca que la sensación térmica durante la noche se sitúe entre 30 y 31 grados, dificultando el descanso nocturno de los residentes y turistas en las zonas costeras.
El experto también advirtió que el incremento de la temperatura del agua en el Mediterráneo no solo afecta el confort térmico, sino que también provoca un "almacenamiento de energía" en el mar. Este fenómeno puede generar condiciones de alta inestabilidad, lo que podría derivar en episodios meteorológicos más extremos en el futuro, especialmente durante el otoño.
El calentamiento del Mediterráneo se enmarca dentro de un fenómeno más amplio denominado la "mediterraneización del cambio climático", que hace referencia al aumento de temperaturas anómalas en esta región, lo que podría tener graves consecuencias para el ecosistema marino, la agricultura, y el bienestar humano.
El incremento de la temperatura del mar Mediterráneo tiene implicaciones tanto para el clima como para la salud pública. Las altas temperaturas en el agua pueden alterar los ecosistemas marinos, afectando a la biodiversidad y la pesca.
Además, la combinación de calor extremo y humedad puede agravar problemas de salud relacionados con el calor, especialmente en personas vulnerables, como los ancianos, niños y personas con enfermedades crónicas.
Se espera que las altas temperaturas continúen en las próximas semanas, especialmente con la llegada de aire cálido procedente del Sahara, lo que incrementará aún más la temperatura tanto del mar como del aire.
Los expertos aconsejan tomar medidas preventivas para mitigar los efectos del calor, como mantenerse hidratado, evitar la exposición al sol durante las horas más calurosas y utilizar aire acondicionado o ventiladores para mantener el confort en interiores.
Este fenómeno también resalta la importancia de abordar el cambio climático y sus efectos a nivel global, especialmente en regiones vulnerables como el Mediterráneo.
FUENTE: EFE