Con el descenso de las temperaturas, el Hospital de Clínicas listó una serie de recomendaciones clave para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono, algo que definen como "el asesino silencioso" y es un riesgo que aumenta en esta época del año debido al uso de sistemas de calefacción en ambientes cerrados.
¿Qué es el monóxido de carbono y cómo afecta la salud?
El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro, inodoro e imperceptible que se genera por la combustión incompleta de materiales como gas, leña o carbón. Su inhalación puede provocar síntomas variados, desde dolores de cabeza, mareos y náuseas, hasta consecuencias graves como la muerte en casos de intoxicación severa.
El CO ingresa al organismo a través de la respiración y, al pasar a la sangre, impide que el oxígeno se distribuya adecuadamente a los tejidos y órganos, afectando su funcionamiento. Debido a la falta de síntomas específicos, esta intoxicación puede confundirse fácilmente con otras enfermedades, dificultando su diagnóstico oportuno.
Principales fuentes domésticas de monóxido de carbono
Según la doctora Carolina Juanena, entre los principales generadores de monóxido de carbono en el hogar se encuentran las estufas a gas o a leña, calefones, caños de escape, braseros y cocinas, especialmente cuando no cuentan con una ventilación adecuada.
Recomendaciones para evitar intoxicaciones
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Mantener ventilados los ambientes donde se utilicen estufas o cualquier sistema de calefacción.
No dormir ni permanecer en habitaciones cerradas con fuentes de calor que puedan generar monóxido de carbono.
Evitar usar cocinas a gas como método de calefacción o dejarlas encendidas sin supervisión.
Ante cualquier síntoma sospechoso (somnolencia, mareos, náuseas), ventilar inmediatamente el lugar y buscar atención médica urgente.
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