Diego Battiste

Alexander Machado, el extraño caso del delantero que le ganó a los miedos

Luego de formar parte del plantel sub 15 le detectaron que tenía desviada la columna y debió parar dos meses; volvió y lo subieron al plantel principal de Cerro además de ser citado a la sub 17 donde lo ponen de lateral

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18 de octubre de 2019 a las 05:00

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El sueño de botija le corría por el cuerpo a Alexander. Los ojos no le daban para mirar todo lo que había a su alrededor. Del Cerro al Complejo Celeste con 14 años. La felicidad lo desbordaba. Pasaba a formar parte del plantel de la selección sub 15 de Uruguay.

A los pocos días, defendiendo a la Séptima de Cerro en el Complejo Da Cunha ante Fénix, ocurrió lo inesperado. Un mal movimiento lo sacó de la cancha con un dolor poco común en la espalda.

Alexander fue llevado a una sociedad médica donde esperó tres horas en la emergencia para ser atendido. Le tomaron una placa y los médicos constataron que tenía un desvío en la columna. “¿Voy a poder seguir jugando al fútbol?”, fue lo primero que preguntó con su inocencia de botija. El médico le respondió afirmativamente pero que tenía que parar un tiempo y hacer fisioterapia para recuperar la zona afectada.

Para Alexander Machado el sueño de la selección duró un suspiro. “Fui una sola vez porque después tuve que dedicarme a salir del problema de la columna”, comentó el joven delantero de Cerro a Referí.

Diego Battiste

En su club le consiguieron para hacer las tareas de fisioterapia con el hermano del Japo Jorge Rodríguez. Fueron dos meses de inactividad. Sufridos y plagados de incertidumbre. “Me dolía tanto que no podía ni levantar la pierna”, recordó.

Durante ese período de tiempo donde estuvo inactivo desfilaron las imágenes por su cabeza. Aquellos años de baby fútbol en Cerro Junior, los dos años en Huracán Buceo y la práctica de fútbol contra Cerro que determinó que Néstor Blanco lo invitara a probarse en el club albiceleste donde fue fichado.

Después del proceso de recuperación todo volvió a la normalidad. Y en un abrir y cerrar de ojos el chico del Cerro pasó del sufrimiento a la felicidad.

El desembarco de Richard Martínez en el primer equipo determinó su ascenso a Primera con apenas 17 años. Jugaba en la Quinta División. Si le parece que fue ayer cuando percibió su primer salario.

“Mi primer sueldo lo cobré hace unos meses. No lo podía creer que se diera tan rápido”, comentó a Referí.

De padres separados, con su mamá como ama de casa, su padrastro y su hermana trabajando, Alexander ayuda a la familia con el dinero que percibe en el club.

El sueño celeste

Cuando parecía que el sueño celeste se había derrumbado por aquel problema en la columna, el tren de la selección volvió a pasar por la puerta.

Alejandro Garay lo convocó para la selección sub 17.

Pero lo llamativo del caso fue que, pese a jugar siempre de delantero en su club, Garay lo llamó un día y le dijo que lo quería probar de lateral.

“En una práctica de fútbol contra Racing el técnico me dijo que me iba a probar de lateral. La cuestión es que había muchos delantero y con más capacidad y tuve la suerte de aprovechar la oportunidad. Claro que al principio me sentí raro, no es tan cómodo pasar de meter goles a marcar”, dijo entre risas a Referí.

En su club sigue jugando arriba. “Una sola vez me pusieron de lateral, pero fue para dar una mano porque faltaba uno en una práctica”.

Diego Battiste

Jugador de Primera

Alexander Machado sale todos los días de su casa, en la vía del Cerro, y se va caminando hasta el Tróccoli para entrenar con el primer equipo. Su vida no cambió pese a haberse transformado en jugador profesional. Sigue concurriendo a los entrenamientos caminando o, en caso de estar cansado, en ómnibus.

En el grupo encontró gente grande que lo aconseja. “Intento vivir todo esto con la máxima tranquilidad y disfrutar de los compañeros que tengo ahora y los admiro desde que jugaba en Séptima. Estar con ellos en un vestuario es increíble”, contó a Referí.

El chico dice que con los que tuvo más charlas fueron Martín González y Mauro Brasil. Pero agregó que: “Siempre sale algún consejo de Maureen Franco, de Tancredi y Richard Pellejero que es un crack”.

Leonardo Carreño

Como integrante del plantel principal de Cerro comenzó a experimentar nuevas situaciones como los problemas económicos del club que lo llevaron a estar unos meses sin percibir el salario.

Ello llevó al grupo a tomar medidas como no entrenar en las instalaciones del club.

“Es complicado pero no hay que buscar excusas. De alguna manera yo sabía que esto iba a pasar y es parte del sacrificio que hay que hacer. Al estar en el club uno veía como venía la mano. Por suerte en casa nunca faltó nada”, comentó Machado a Referí.

Otra de las novedades que vivió como jugador del primer equipo de Cerro fue la Copa Sudamericana. Alexander no salía de su asombro cuando le dieron la ropa para concentrar con el plantel en un hotel de la zona de Carrasco.

“Fue increíble. No podía creer nada, aparte el hotel donde estaba, lo tremendo que era eso. Vivir la presión que teníamos por ganar por todo lo que habíamos pasado. Me tocó concentrar con Gonzalo Pintos”, rememoró Machado.

Y agregó: “Del hotel me sorprendieron las comodidades, no es lo mismo no concentrar a tener todo lujo, casi un cinco estrellas”.

Alexander no tiene representante. “Siempre anda alguno en la vuelta pero eso lo voy a ir viendo, por ahora no me voy a apurar mucho”, contó a Referí.

El miércoles el botija marcó el gol de la victoria de Cerro ante River Plate en un resultado increíble. El partido estaba igualado 2 a 2. Los villeros jugaban con uno menos por la expulsión del defensa Martín González a pocos minutos de iniciado el segundo tiempo. Y apareció Alexander Machado con un zapatazo de larga distancia que dejó sin asunto al golero darsenero Francisco Tinaglini.

“Pah, fue increíble, nunca pensé que fuera a pasar. Todavía con uno menos 45 minutos. Quería gritar el gol con todos, en la tribuna, con mi familia”, expresó el delantero.

Alexander concluyó diciendo: “Todo esto lo vivo de manera muy feliz porque a pesar de todo lo que pasé seguí adelante. Sabía que en algún momento se me iban a dar las cosas y a corta edad se me pudo dar. Espero que esto sea el comienzo, nada más”.

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