Científicos del GACH se reacomodan y hay quienes cuestionan el mensaje presidencial

Después de 10 meses de trabajo, esta será la tercera vez que el grupo se reúna en una sesión plenaria, convocada mediante un correo por el propio Radi, para reacomodar la dinámica de trabajo en un panorama de la pandemia bien distinto del de meses anteriores.

Algunos científicos aprovecharán el espacio de la primera parte del encuentro para exponer sus visiones acerca del funcionamiento entre el grupo y el Poder Ejecutivo; otros consideran que la instancia es parte del proceso de trabajo de varios meses, en los que, a veces, es necesario reunirse, hacer una evaluación conjunta y reacomodar la cancha.

Es que en este tiempo algunos focos de atención de la pandemia cambiaron, primero por la aparición de las vacunas que se volvió un nuevo centro de atención, así como también por el aumento de los ingresos a CTI y la posible saturación si la tendencia se mantiene, y el funcionamiento de la nueva área social liderada por Fernando Filgueira.

También se volvieron esenciales los modelos y las proyecciones para predecir escenarios y entender el momento de la pandemia. Todo esto fue requiriendo (y requerirá) movimientos de los integrantes de un lado al otro y redistribución de las tareas y prioridades. "La idea es que analicemos cómo estamos funcionando como grupo, que intercambiemos ideas, y eventualmente refinemos las formas de trabajo, si fuera necesario", señaló Radi.

Sin embargo, en la evaluación también se plantearán reparos sobre cómo se maneja la línea entre lo que el gobierno anuncia y lo que el GACH avaló. Si bien el rol asesor del grupo quedó claro en aquella reunión del 16 de abril entre Radi y el presidente, Luis Lacalle Pou, y eso no está en discusión para los científicos, algunos integrantes dijeron a El Observador que tienen la "sensación" de que en los mensajes que envía el Ejecutivo parece que todo estuviera amparado en la decisión científica cuando no lo está. Las fuentes explicaron que, en algunas oportunidades, las decisiones políticas llegan a la opinión pública "desdibujadas" como una decisión científica.

En las últimas semanas varios integrantes manifestaron en apariciones públicas que eran necesarias medidas más restrictivas para controlar la pandemia, reducir la circulación comunitaria del virus, aumentar la cantidad de testeo diario y registrar y controlar de forma centralizada las camas de cuidados intensivos, a la vez que advirtieron de un posible subreporte de casos.

Sin embargo, algunos de los mensajes del Ejecutivo plantean una visión diferente. Por ejemplo, el 6 de enero Lacalle Pou expresó: "Hay menos demanda de test. Es bien simple. Lo podemos corroborar en sectores específicos. Notoriamente la demanda es menor", pero no anunció medidas para incrementarlos y agregó: "Cuando uno ve el porcentaje de personas en CTI obedecen al entorno de 700 casos. Cuando ve a la mortalidad, los casos resueltos, el porcentaje está sostenido en 1,3. Son parámetros normales".

El matemático Marcelo Fiori dijo días atrás a El Observador que "se necesitan medidas más fuertes para bajar la cantidad de casos nuevos por día" y el infectólogo Álvaro Cabana, también integrante del grupo asesor, señaló a El País el pasado 10 de enero que "los conceptos vertidos" por el presidente en un video que grabó a fin de año en el que dijo que los uruguayos le estaban ganando a las matemáticas “fueron demasiado triunfalistas y no condicen con la realidad”.

La reunión plenaria del GACH y los planteos de algunos de los científicos sen da días después de que el neonatólogo Daniel Borbonet presentara una carta de renuncia al grupo dirigida a Radi y Henry Cohen, en la que cuestionó el sentido de la existencia del ámbito. “Entendemos que nuestro rol, integrando el GACH, deja de ser necesario; de hecho hace semanas que no se nos solicita ninguna nueva recomendación”, escribió.