Defensor Sporting se prende con uñas y dientes a la Anual

Eduardo Acevedo salta como un niño. La sonrisa pintada en su rostro explica lo que significa el final de ese partido. Esos tres puntos de oro, ganados "con el corazón", como él mismo explicó al final.

Otra vez Defensor consiguiendo puntos sobre la hora, como ocurrió el jueves pasado cuando rescató una unidad tremenda ante Liverpool en los minutos de adición.

Así es este equipo. Nunca se da por vencido, lucha hasta el último instante y así saca réditos en los momentos más difíciles.

Fue uno de los encuentros más aburridos de los últimos tiempos con dos conjuntos que normalmente juegan muy bien, a los que no los ayudó para nada el muy mal estado del césped del Estadio Nasazzi.

En un período incial para el olvido en el que también el viento jugó su papel, en la primera jugada con algo de riesgo llegó un claro penal del arquero violeta Guillermo Reyes sobre Diego Gurri sobre el costado del área, casi saliendo. Algo totalmente innecesario. Sin embargo, el árbitro no lo percibió y de esa forma, no lo pitó

Facundo Castro fue creciendo como una de las figuras ofensivas del violeta luego de un comienzo con fútbol de Gonzalo Carneiro, quien se fue apagando diezmado físicamente.

Dos remates suyos fueron tapados por Adrián Berbia –una de las figuras de la cancha hasta el gol de Matías Cabrera del final, al cual no pudo llegar–, e incluso uno de ellos dio en el travesaño cuando se terminaba la primera parte.

Boston River fue muy tímido de mitad de cancha hacia arriba en donde Federico Rodríguez entró muy poco en juego. Robert Flores intentó, pero normalmente lo marcaron bien. Entonces, al equipo de Alejandro Apud todo se le hizo más cuesta arriba. Acevedo apostó a variantes ofensivas cuando vio que las cosas no salían y entraron Cecilio Waterman, Juan Manuel Boselli y Facundo Milán y el premio llegó sobre el final con un remate de Cabrera al que no llegó Berbia.

Defensor festejó tres puntos de oro por todo: por el rival, por el momento del campeonato, por la cancha difícil, por el viento y porque no encontró su mejor juego. La Anual lo mantiene bien arriba.