Diego Vila

El militante, el votante y el laburante

Tiempo de lectura: -'

18 de septiembre de 2020 a las 18:32

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Por Eduardo Rodas

En muchos semáforos de muchas calles de muchas ciudades del país vemos envueltos en banderas de todos los sectores y con camisetas con los colores partidarios, muchas personas repartiendo listas de los distintos candidatos a la intendencia y municipios. La esperanza podríamos decir que es el común denominador de todos independientemente de a quien vaya su voto.

En muchos casos ni siquiera al del nombre que llevan en el gorrito que usan o que les dio la camiseta con el número de lista. La esperanza está en un cambio en la política de su departamento. O en mantener en el gobierno local al Partido que está. O en conseguir un carguito que tal vez le prometió el caudillo que apoya o la esperanza se plasma al final de la jornada en unos pesitos que diariamente se lleva por repartir listas y volantes con la cara sonriente de su candidato.

En algunos casos el triunfo del candidato al que vota será causa de festejo y en otro la derrota del candidato que le pagó por repartir listas y que el laburante repartidor de lista no votó, motivo de risa. Muchos creen que no importa quien gane y que todo seguirá igual. Otros que un cambio es necesario porque "fijate lo que hicieron estos ...". Unos y otros de distintas maneras tienen esperanzas. Las tiene el candidato, el votante y el laburante contratado para hacer esta breve zafra.

Esta changa de algunos que a otros les permitirá alimentar su ego y después poder decir "a mí me eligió la gente", a otros alcanzar algún cargo político que desde lo económico y desde lo social lo hará crecer. Alguno seguro que perderá dinero porque no alcanzó su objetivo y habrá votantes ideológicos que creen en su voto, votantes que no sabe ni a quién votar pero lo hacen porque el voto es obligatorio y otros que se sienten obligados a estar en la lista porque deben algún favor. Una linda mezcla de objetivos, de sueños, de delirios, de dinero, de trabajo y de esperanzas. Viva la democracia que nos permite elegir, votar, criticar, trabajar y vivir.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.