El refugiado sirio que lleva un año atrapado en un aeropuerto

Mansour huyó de Siria a Líbano en 2012 para evitar el servicio militar y de allí se dirigió a Turquía. Trató de volar de Estambul a Malasia, pero no lo dejaron.

En Malasia le negaron la entrada y lo devolvieron a Turquía, acusándolo de usar documentación falsa, motivo por el que Turquía tampoco le permitió la entrada y lo internó en una habitación destinada a "pasajeros problemáticos".

Después de ocho meses, Mansour pudo volar de vuelta a Beirut, pero las autoridades libanesas también le prohibieron la entrada y lo devolvieron a Estambul.

Mansour se mantiene en contacto con el mundo gracias a su celular y su cuenta en las redes sociales, mientras que su manutención corre a cargo de las autoridades de migración.

"Mi plato de cada día durante un año. ¿Quiere compartirlo?", publicó Mansour en su cuenta de Twitter este miércoles.

Amnistía Internacional denunció el caso la semana pasada, señalando que ningún representante de una embajada extranjera ha hablado con el joven y exigió a las autoridades turcas que lo acepten a Mansour como refugiado.