El tarot y la astrología ganan terreno entre los jóvenes uruguayos
Las cartas y los astros aparecen con fuerza entre veinteañeros y treintañeros que, después de haber atravesado momentos difíciles en su vida, buscan nuevas herramientas de autoconocimiento; en Montevideo hay un puñado de espacios que exploran en estas terapias alternativas
Tiempo de lectura: -'
02 de febrero de 2019 a las 05:00
Te quedan {{observador.articlesLeft}} notas gratuitas.
Accedé ilimitado desde US$ 3 45 / mes
¿Quién soy? Google no es capaz de responder la pregunta. Ni Siri, ni Alexa, ni, probablemente, ningunas de las asistentes virtuales que se vayan a crear de ahora en más. La identidad es un tema que genera curiosidad y todas las preguntas que nacen de allí. Para los más introspectivos, más sensibles, menos pragmáticos, más místicos, hay algo que va más allá del plano terrenal, algo que excede al ser humano y que favorece el autoconocimiento. De pronto no alcanza con las infinitas herramientas tecnológicas y hay que buscar en otros lugares. Para los que están atentos o en constante búsqueda, el tarot y la astrología aparecen como nuevas herramientas de autoconocimiento. Ya no es solo cuestión de ir a tirarse las cartas cuando las cosas no salen como uno quiere o con la intención de tener un poco más de certezas frente al año que comienza.
En un momento en el cual el bienestar de cuerpo y mente cobran mayor relevancia en oposición a un mundo bombardeado por aparatos que colaboran con la vida rápida, el tarot y la astrología se presentan como algunas de las disciplinas alternativas de autoconocimiento que ganan adeptos entre las generaciones de veinteañeros y treintañeros. En contra de los mitos que rodean a estas prácticas, no se trata únicamente de predecir el futuro; son técnicas para captar y valorar el presente. El Observador se acercó a personas que, desde sus redes sociales, comparten su interés por estas herramientas para leer la vida –y a sí mismos– a partir del tarot y la astrología.
Para Belén Senlle, argentina, tarotista y creadora de Solución Floral, el tarot llegó de manera inesperada. “Encontré –o me encontró a mí– un libro de tarot tirado en una vereda en plena calle Corrientes en hora pico. Comencé a leerlo y a probarlo con un mazo de santería, sin saber muy bien qué hacía”, contó Senlle. Ese fue el puntapié que la llevó a leer a otros autores y enfoques y a estudiar con referentes en el tema, como Rachel Pollack o Sarah Gottesdiener. Actualmente brinda sesiones de tarot y crea preparados florales en Maevia, ubicado en el Mercado de San Telmo, Buenos Aires. En su cuenta de Instagram comparte su experiencia con la terapia floral, las lecturas de tarot y brinda toda la información acerca de las actividades que ofrece. En Uruguay da talleres en la tienda multimarca de Palermo Objeto Único Distinto (ver Saber más).
A Senlle le resulta difícil encapsular el tarot en una sola definición. “Para mí es una herramienta viva de identidad personal y colectiva, en simultáneo. Es un mapa visual de frecuencias vibratorias que nos puede ayudar a ubicarnos en la escena más grande. Sirve para entender dónde estamos, de dónde venimos y hacia dónde vamos”, explicó. Sostiene además que no hay una fórmula única de vincularse con el tarot.
“Lo mejor de todo esto es que nadie te va a dar dos visiones iguales sobre qué es el tarot: existen tantos métodos como tarotistas y lectores, y existen tantas experiencias que etiquetarlo sería siempre reducirlo”, apuntó.
Afirmó que ese encuentro con el libro de tarot en el caos del Centro de Buenos Aires le cambió la vida, es por eso que celebra la apertura que existe a estas formas de cuidado personal. “Siempre digo que el tarot vino de la mano de muchos otros despertares. Muchas de estas disciplinas, como la astrología, la nutrición holística, el tarot o la terapia floral, colaboran en romper mitos; ya casi no se busca lo predictivo sino que nos muestren potencialidades y cómo usamos eso para construir y crear nuestra realidad”, dijo.
Para Valeria Fernández –conocida en el mundo de la moda como Vale Valuchi– y Lau Almeida, el acercamiento a la astrología y al tarot vino, como muchas veces sucede con lo positivo, tras momentos de crisis. Fernández siempre estuvo vinculada a la moda, trabajó en Montevideo y en Chile como diseñadora y productora de moda, profesora, directora de arte y vestuario. A los 30 años tuvo una gran crisis que la llevó a renunciar a la vida que llevaba e irse del país. Hizo un profesorado de yoga y leyó mucho acerca de astrología. “Al tarot lo conocí en ese mismo momento, estaba desesperada y necesitaba que algo me solucionara la vida. ¡Vaya sorpresa! Solo yo podía solucionarla. No hubo brujas, ni tarot, ni viajes lejanos que lo hicieran. Conocí a Tuti, una bruja chilena, que me tiró el tarot de Osho y me enamoré de las cartas. Como soy curiosa y me gusta llegar a las profundidades de todo, ya no me alcanzaba con que me leyeran las cartas, quería ser yo quien entendiera y lo hiciera, así que hice un curso corto que me ayudó a comprender más”, contó Fernández.
Hace poco más de un año volvió a Uruguay y ahora vuelca su interés por el tarot, el yoga y la astrología en sus redes sociales. En su perfil se define, entre otras cosas, como astro lover (amante de la astrología) y witch (bruja). Asegura que estas prácticas la han ayudado “a entender y poder transmitirlo de manera fácil”. Es muy cuidadosa con su contenido para así brindar información certera y desterrar mitos, por ejemplo, el de que todas las personas de un mismo signo del zodíaco son de determinada manera. “La astrología estudia la relación que existe entre los astros y lo que pasa en la tierra. Analizo las cartas astrales que son un mapa del cielo en el que podemos ver cómo estaban los planetas en los signos del zodíaco y las casas astrológicas en un determinado lugar, en una fecha y una hora exactas”, dijo Fernández. Por eso –contó– la carta astral de cada uno es única, incluso si dos personas son del mismo signo, sus cartas astrales son diferentes.
A Almeida la astrología y el tarot la ayudaron a sanar en momentos duros. El año pasado creó Corazón del Sur, un proyecto que es difícil de definir pero que habla mucho de ella y le permite conjugar sus intereses con sus profesiones de diseñadora y comunicadora. Algunas de las áreas que se trabajan en Corazón del Sur a través de clases y encuentros son: yoga, tejido, lecturas de aura, reiki, astrología y tarot. Si bien Almeida estudia astrología y tarot, la encargada de las lecturas es Kika Anglés. Anglés, como muchos de las personas que se acercan a estas disciplinas alternativas, llegó al tarot hace más de 10 años luego de una búsqueda personal. “Como buena adolescente me atraía el aspecto predictivo de las cartas y recuerdo jugar a tirar las cartas con el mazo Rider. Luego mis primeros pasos en el tarot fueron influenciados por las teorías del inconsciente de Carl Gustav Jung y las teorías sobre la psicomagia y el autoconocimiento de Alejandro Jodorowsky”, relató.
Anglés explicó que el tarot puede definirse desde diferentes niveles. En lo concreto es, según contó la especialista, “un mazo de 78 cartas con imágenes que representan arquetipos conocidos por todas las culturas”. Y, después, puede funcionar como una herramienta. Puede tener un enfoque predictivo, que es el que comúnmente se relaciona con buscar respuestas sobre lo que va a ocurrir y es el estereotipo asociado a la palabra tarot o un enfoque de autoconocimiento. En el tarot de autoconocimiento, el que practican en Corazón del Sur, el que consulta “busca conocerse mejor a sí mismo y así comprender cómo va creando su realidad”. “Actualmente hay una necesidad imperiosa de realizar un viaje hacia adentro, de autoconocimiento, de sanación. También hay mucha más información disponible, estamos más conectados a la sabiduría de diferentes culturas y credos, y hay menos tabúes con relación al tarot”, comentó.
Para Guillermo Gorba, el tarot también apareció en un momento clave de su vida. Trabaja con terapias complementarias y esta herramienta le permitió, según contó, salir de momentos desafiantes para avanzar buscando despertar su mayor potencial. En 2014 llegó al tarot buscando un cambio en lo profesional y descubrió el poder de leer el tarot y aplicarlo terapéuticamente. Gorba destacó el orden como una de los beneficios más importantes del tarot. “A veces estamos con mucho ruido mental, con mucha actividad en el pensamiento y abrir el tarot y leer quizá una, dos o tres cartas nos ordena el panorama”, expresó.
Los días de escepticismo total parecen haber quedado atrás, dando paso a la búsqueda de claridad, paz y bienestar a partir de las terapias alternativas. Son muchas las maneras de conectar con el universo y con uno mismo, y este es un momento en el cual herramientas como la astrología y el tarot al alcance de todos los que quieran dejar atrás los prejuicios y conocerlas.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Alcanzaste el límite de notas gratuitas.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
Registrate gratis y seguí navegando.
¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.
Para comentar debe iniciar sesión.